Nos acercamos al país de la eterna sonrisa. Estamos en Tailandia, un punto del planeta hospitalario y orgulloso de su ancestral cultura. Un lugar donde resulta fácil alimentar los sentidos, especialmente la vista, descubriendo sus numerosos tesoros, y el gusto, saciando a los paladares más exigentes con su exótica y deliciosa gastronomía.
Nuestro destino se centra en visitar uno de los lugares más sagrados de Tailandia y, sin duda, el gran símbolo de su capital: Bangkok, una ciudad con ambiente siempre animado y repleta de santuarios y templos. Recorremos el Gran Palacio Real, un impresionante conjunto arquitectónico que fue la residencia del rey del país durante casi dos siglos. Antes de entrar es importante cubrir nuestras piernas y brazos, norma de respeto que se exige en el acceso. También es probable que debamos descalzarnos. No olvidemos que estamos en uno de los lugares más sagrados de este punto de Asia.
El Gran Palacio es majestuoso. Suele decirse que si no se visita este palacio, es como no haber estado en Bangkok. El grupo de edificios que lo forman impactan por su opulencia, su suntuosidad y por los tonos dorados y brillantes de sus fachadas y detalles. Nada pasa desapercibido. Todo brilla y refulge.
El conjunto palaciego ocupa más de 200.000 metros cuadrados en pleno corazón de Bangkok. Cuenta con numerosos templos, salas, museos, jardines…, incluso pequeños palacios dentro del gran complejo. Pero si existe un lugar clave es, sin duda, el templo del Buda Esmeralda.
El Buda Esmeralda es una figura de Buda tallada en jade que, según la leyenda, se remonta al año 40 a.C. A pesar de tratarse de una figura muy pequeña –alrededor de 50 centímetros de altura- es la más venerada e importante de Tailandia. El templo en el que permanece es un edificio creado en el siglo XVIII. La pequeña estatua recaló aquí después de un buen periplo por diferentes puntos de Asia.
Necesitaremos cerca de 2 horas para recorrer el Gran Palacio Real de Bangkok. Eso sí, no estaremos solos. El gran recinto recibe a multitud de turistas y fieles que se acercan a este lugar por diferentes razones. A pesar de esto, es un punto histórico de la ciudad que merece ser visitado para dejarnos impactar por su majestuosidad y descubrir los cientos de bellos detalles que contiene.
Escribe tu comentario