Nos acercamos a la costa oriental del Peloponeso. El mar Egeo nos espera. Nuestro destino nos lleva hasta una encantadora ciudad situada en el golfo Argólico, una población llena de historia y belleza que lleva a gala haber sido la primera capital de la Grecia moderna, circunstancia que se produjo en la primera mitad del siglo XIX y a lo largo de poco más de un siglo.
Estamos en la fascinante Nauplia, ciudad que también es conocida como Nauplion o Nafplio, nombre que tiene su origen en Nauplio, hijo del dios Poseidón. Se encuentra a poco más de 130 kilómetros de Atenas y cuenta con uno de los puertos más importantes del país heleno. La presencia de bonitas playas la han convertido en uno de los lugares de escapada y vacaciones para muchos griegos, incluso es el sitio elegido por algunas parejas para pasar su luna de miel.
Pasear por las calles de esta alegre ciudad es otro de los atractivos que nos ofrece el lugar. Los barrios que vamos encontrando a nuestro paso fueron en su gran mayoría diseñados por los venecianos, con calles que en muchos casos son peatonales y están pavimentadas de mármol, característica que les proporciona un brillo muy especial.
Su estratégica situación provocó que Nauplia llegara a estar protegida por tres fortalezas, construcciones que en la actualidad se han convertido en claros puntos emblemáticos de interés y de obligada visita en esta ciudad griega. El castillo de Palamides es una de ellas. La construcción de esta fortaleza veneciana se remonta a los primeros años del siglo XVIII y su imagen es impresionante. Se encuentra coronando una pequeña montaña y para acceder a su cima hemos de animarnos a subir casi 1000 escalones. El premio es la magnífica panorámica que vamos a disfrutar desde esa altura.
El castillo de Bourtzi es otro de los símbolos de Nauplia. Se encuentra sobre un islote en el mar al que se llega con pequeñas barcas que salen del puerto de la ciudad. Se construyó en el siglo XV como defensa ante posibles ataques piratas. Con el tiempo ha perdido su carácter defensivo para convertirse en un hotel restaurante en el que también se organizan conciertos y otro tipo de actividades lúdicas.
Aún nos espera la tercera fortaleza de Nauplia: el Acronauplia. Se encuentra sobre el puerto, en el centro del núcleo antiguo de la ciudad, y es la mayor y más antigua de las tres fortificaciones con las que cuenta la población. Las secciones inferiores de la construcción se remontan a la Edad de Bronce y hasta la llegada de los venecianos la pequeña ciudad de Nauplia se encontraba en el interior de estas murallas.
Es inevitable sentirse abrazado por el pasado en esta pequeña y encantadora ciudad de Grecia, un lugar que, como otros muchos puntos del país heleno, nos ofrece también grandes placeres para el paladar. Junto a los platos más típicos de la comida griega, en los restaurantes locales destacan los riquísimos productos frescos del Egeo. Y si no queremos dejar de pasear, también podemos acompañar nuestro caminar con un tradicional gyro, elaborado con pan de pita relleno con diferentes tipos de carne, tomate y lechuga, y todo ello coronado con una rica salsa tzatziki. ¡Buen provecho!, o como dicen por aquí: ¡Kalí órexi!
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