El Peñón de Ifach, el gran monumento natural de Calpe

Nos acercamos a la bonita Costa Blanca alicantina, en la Comunidad Valenciana, en el sureste de España. Nuestro destino es la localidad de Calpe, una población costera muy apreciada por sus playas, su historia y su deliciosa gastronomía.

Calpe luce una especial belleza mediterránea, quizás por ello fue el hogar de muchas civilizaciones antiguas que dejaron su interesante huella en esta población de la comarca de la Marina Alta. Los Baños de la Reina, de época romana, son una buena muestra de su intensa historia. Este pueblo marinero es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza. Situado entre las montañas y el mar, dispone de abundante vegetación y de una rica fauna.

Su pintoresco casco antiguo invita al paseo y a perderse por sus laberínticas callejuelas llenas de vida o a subir sus bonitas calles escalonadas decoradas con vivos colores y ornamentos relacionados con la esencia del municipio. Se encuentra algo alejado de la costa, situación que en el pasado protegía a sus habitantes de los ataques piratas y de los embates del oleaje. El llamado Torreó de la Peça es uno de los puntos que más llamarán nuestra atención en el núcleo histórico de Calpe. Son los restos de la antigua muralla urbana, una construcción del siglo XIV que ha sido restaurada y que forma parte del corazón de esta población mediterránea.

Pero existe un elemento destacado que domina todo el paisaje de la localidad: el Peñón de Ifach, símbolo indiscutible de Calpe y uno de los accidentes geográficos más espectaculares del litoral de la Comunidad Valenciana.

Este gigantesco monolito de roca de más de 300 metros de altura fue declarado Parque Natural en la década de los 80 del siglo pasado. Se encuentra unido a la costa por una fina línea de tierra, aunque, al parecer, antiguamente era una pequeña isla separada de la población.

Sin duda, el Peñón de Ifach es el gran monumento natural de la población. A sus pies se encuentra una bella laguna salada. Se trata de una antigua explotación salinera que dejó de estar activa hace años.

Con más de 300 especies vegetales y numerosas variedades de aves, esta icónica roca, además de un lugar de gran riqueza natural, es un auténtico espectáculo para la vista. Si nos animamos a subir hasta la cima, existe una senda perfectamente señalizada que nos dirige al punto más elevado del peñón, un lugar en el que disfrutaremos de una panorámica impresionante del entorno, imágenes que nos resultarán imposibles de olvidar.