La crisis por el coronavirus es dura para todos, pero tal vez aún más para los amantes de los viajes que deben estar, como el resto de la población, recluidos en casa. Pero la crisis pasará, ojalá más pronto que tarde, y entonces será el momento de recuperar el tiempo perdido y volver a viajar libremente.
El buscador de vuelos y hoteles Jetcost ha preguntado a sus usuarios europeos dónde querrían viajar cuando pase la crisis del coronavirus y el resultado es un tanto sorprendente. Aunque hay muchos que están deseando volver a visitar las calles animadas de las grandes ciudades europeas (18 %), otros a tomar el sol y el aire en cualquier playa (35 %), y algunos, incluso, no les importa el destino con tal de tener un hotel todo incluido en el que no tener limitaciones de comida y bebida (10 %), pero hay un considerable número, en torno al 27 % que sienten el deseo de encontrar espacios libres, naturaleza en estado puro, horizontes abiertos que les hagan olvidar las paredes de sus casas. También eligen esto, seguramente, porque prefieren evitar las multitudes, los grupos de gente que durante semanas han estado esquivando.
A estos últimos, jetcost.es les ha preguntado cuales serían sus lugares libres y naturales más bellos de Europa que estuvieran deseando visitar de una manera sencilla. Muchos de ellos son parques naturales y algunos Patrimonio de la Humanidad. ¡Y dos de ellos están en España! Feliz aire nuevo:
Timanfaya (Lanzarote, España), paisaje de Marte en la Tierra
Si no fuera por el intenso color azul del cielo y porque con suerte puede adivinarse el mar abajo, la vista de Timanfaya, con su abanico de tonos rojos, marrones y hasta el negro de las cenizas, podrían pasar por paisajes del planeta Marte. Soledad absoluta. Los volcanes y campos de lavas vírgenes de este parque nacional de 5.000 hectáreas situado junto a la costa occidental de la isla de Lanzarote constituyen uno de los espectáculos visuales más pintorescos de las Islas Canarias. Inalterada por la mano humana, ni la vegetación ni el clima han tenido tiempo de modificar la belleza pura de esta tierra roja y azabache incluida en una Reserva de la Biosfera de la Unesco.
A un paso de Madrid, un refugio de biodiversidad
El Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, a unos 50 kilómetros de Madrid y ocupando una parte de la provincia de Segovia, es un privilegiado refugio de biodiversidad. Gracias a las condiciones de la Sierra, más fresca y húmeda, y su menor transformación por la actividad humana, han permitido la formación de circos y lagunas glaciares y sus roquedos graníticos; entre sus paisajes vegetales, los ecosistemas de alta montaña y los extensos pinares de pino albar. El pico de Peñalara es la cima de mayor altitud de la cadena montañosa que lo conforma. También destacan el Puerto de Navafría, las sierras de la Morcuera y de los Siete Picos. Todas estas zonas montañosas son áreas frecuentadas por los aficionados al senderismo o al alpinismo.
Ambiente casi lunar en el Etna (Sicilia, Italia)
Siglos y siglos de erupciones han modificado el paisaje circundante, transformando la flora y la fauna mediterránea típica de Sicilia en un evocador ambiente casi lunar que ha dado lugar al Parque Natural del Etna, que tanto el parque como el mismo volcán se pueden visitar gracias a numerosos senderos naturales, abiertos a todos. Un paisaje vasto y variado que va desde la franja costera que se asoma a las aguas del Jonio, hasta los vastos campos sembrados de cítricos y viñedos, desde los densos bosques de castaños y robles hasta la naturaleza más yerma y casi lunar a medida que nos acercamos a la cima del Etna desde la que se disfruta de un espectacular panorama de Sicilia, hasta la isla de Malta. De noche, cuando el volcán está en erupción, la vista del Etna es todo un espectáculo: el impresionante río de lava que discurre lentamente a lo largo de las paredes del monte y los chorros que saltan iluminando el cielo son una visión única que no hay que perderse.
Azores (Portugal), nueve islas, 60 senderos tranquilos
Tanto si se es un amante de los paseos tranquilos como un adicto a la adrenalina, las Azores cuentan con más de 60 recorridos pedestres totalmente acondicionados para pasear con total seguridad, mientras se descubren paisajes únicos entre caminos totalmente rodeados por la naturaleza. Divididos en tres niveles de dificultad —fácil, medio y difícil—, la red de recorridos pedestres se adapta a las distintas edades y niveles de preparación física. Muchos de los senderos catalogados aprovechan caminos que los habitantes de estas islas han utilizado durante siglos para sus desplazamientos diarios, para el transporte de mercancías o para el tránsito de ganado. En la actualidad, los turistas aprovechan esta sabiduría ancestral para atajar distancias con el fin de conocer diferentes ángulos y detalles de los tesoros paisajísticos del archipiélago, ya que conectan casi todos los rincones de cada una de las islas, tanto al nivel del mar como en las alturas.
La Suiza Sajona, para senderistas y escaladores (Alemania y República Checa)
Tiene nombre suizo, pero está en la frontera entre Alemania y Chequia. Junto a la orilla del río Elba, entre imponentes mesetas y retorcidas formaciones rocosas, el Parque Nacional de Suiza Sajona ofrece unas vistas espectaculares y, al parecer, uno de los amaneceres más bellos de Europa. Aunque las escarpadas rocas se ofrecen como un reto y, de hecho, éste es uno de los paraísos de los escaladores de todos los niveles, con 1.106 cumbres de arenisca expuestas a las inclemencias, en realidad los pocos visitantes del lugar se dedican al senderismo, incluso muchas sendas en la región del parque nacional son transitables para visitantes con movilidad reducida.
Hielo sobre fuego en Vatnajökull (Islandia)
Una rara combinación de ríos, hielo glacial y actividad volcánica y geotérmica dieron lugar al Parque Nacional Vatnajökull que ocupa el 14% de todo el país: 14.100 kilómetros cuadrados, dando lugar a una riqueza asombrosa de paisajes y algunos de los mayores tesoros naturales de Islandia. Es el glaciar más grande de Europa. El acceso a las tierras bajas y al norte del parque es sencillo. Las cosas se complican más al acceder a las zonas glaciares y de las tierras altas. El glaciar Vatnajökull es mucho más que el impresionante mundo de hielo que se pueda imaginar. De entre toda la variedad de paisajes y formaciones destacan por encima del resto: las lagunas y las cuevas glaciares. De las lagunas glaciares, la más famosa es la laguna glaciar Jökulsárlón, en la que se pueden observar los icebergs flotantes que se van desprendiendo de la lengua glaciar. Por otra parte, las cuevas glaciares se forman en el interior del hielo del glaciar Vatnajökull. La más fascinante es la cueva cristalina, unos rayos de luz verde penetran a través del tenso hielo y crean un espectáculo natural increíble.
Lagos multicolores de Plitvice (Croacia)
Cuenta la leyenda que los Lagos de Plitvice se formaron después de una tremenda sequía, gracias a la misericordia de la Reina Negra. Los habitantes, animales y plantas empezaban a sentir los estragos de la gran sequía que azotaba esta tierra. La Reina Negra, al ver al pueblo sufrir, mostró su misericordia y les envió una tormenta que cayó durante días y noches hasta que los niveles de agua crecieron lo suficiente como para formar lagos. Hoy Plitvice, es ante todo un frondoso bosque de hayas, abetos y pinos surcado por lagos, manantiales y cascadas de tonalidades verdes y azules. El parque está formado por 16 lagos situados a diferente altura y conectados a través de cascadas y saltos de agua que adquiere un sorprendente rango de colores azules y verdes dependiendo de la composición del agua y del reflejo de la luz en cada momento.
Naturaleza salvaje e intacta en Triglav (Eslovenia)
Coronado por el monte homónimo, el de Triglav es un parque natural aún poco explorado por el turismo, lo que lleva a imaginarse una naturaleza salvaje e intacta. Es el único parque nacional de Eslovenia. Aún desconocido, este territorio cuenta con muchas rutas de senderismo y escalada. Entre las enormes montañas, se pueden encontrar pequeños pueblos y hotelitos preparados para estos excursionistas. La principal atracción es el monte Triglav, de 2.864 metros de altura y conocido entre los eslovacos como «el monte de tres cabezas» y entre los italianos (el parque está en la frontera con Italia) como el monte tricornio. Las lujosas vistas desde los picos y los verdes valles alpinos, los arroyos que murmullan, los lagos en los que se refleja el cielo azul y la fauna y flora diversificadas. Además de los dones naturales, se puede sentir la conexión del hombre con la naturaleza, lo que se ve también en el patrimonio cultural del parque.
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