El sol se pierde en el horizonte, en un atardecer que enmudece a México cada noche. Es Michoacán “un lugar de pescadores”, de riqueza arqueológica que se levanta ante las perplejas miradas de quienes la observan y de bosques que se confunden con santuarios. La riqueza cultural de este estado mexicano es indiscutible a nivel mundial; una joya en el corazón de México que posee Patrimonios Culturales y Naturales de la Humanidad, Obras Maestras del Patrimonio Intangible, ocho Pueblos Mágicos, monumentos nacionales y lugares de extraordinaria belleza natural.
Es uno de los estados más bellos y ricos en su naturaleza; con más tesoros históricos, artísticos y culturales, celosamente resguardados por una población orgullosa y hospitalaria. Motivos suficientes para ser este uno de los principales lugares turísticos de México. El estado de Michoacán posee una riqueza cultural difícil de cuestionar. México tiene inscritos 10 Patrimonios Inmateriales Culturales de la Humanidad ante la UNESCO y cuatro de ellos están presentes o tienen su origen en Michoacán: la Festividad de Día de Muertos; la Pirekua, canción tradicional de los purhépecha; la Cocina Tradicional y la Ceremonia Ritual de Los Voladores. Cuenta, además, con una Ciudad Patrimonio, Morelia, y uno de los seis patrimonios naturales del país, la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca, una de las grandes protagonistas de Michoacán. La vista de millones de mariposas entre los meses de noviembre y marzo, emigradas desde Canadá, no tiene desperdicio.
Además, Michoacán posee Obras Maestras del Patrimonio Intangible; ocho Pueblos Mágicos, cuenta con innumerables testimonios y objetos considerados monumentos nacionales; edificios y monumentos históricos, prehispánicos, coloniales y modernos; una rica artesanía indígena que va de los bordados textiles al trabajo de la madera; una de las gastronomías más importantes de México; entrañables fiestas populares, tradiciones y leyendas.
Estrechamente ligado a la artesanía, a los pueblos indígenas y a la religiosidad, refleja mejor que ningún otro estado la complejidad de este país. Un viaje único en el que sus atardeceres, los más maravillosos de México, se convierten cada día en una paleta de diferentes colores sobre sus playas vírgenes, altos acantilados, increíbles esteros y comunidades de pescadores. Una costa para sentirse en pleno contacto con la naturaleza.
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