El próximo 2 y 3 de diciembre se conmemora el 30 aniversario de la reunión entre el presidente norteamericano George Bush y su homólogo ruso Mijaíl Gorbachov, en 1989 en Malta. Un encuentro cuyo objetivo fue el de analizar la nueva situación mundial que se planteaba tras la caída del Muro de Berlín y en el que ambos proclamaron el inicio de “una nueva era en las relaciones internacionales”. Este momento fue determinante para poner fin a la Guerra Fría, una de las etapas de mayor tensión internacional de la historia.
Pero, este periodo de tensiones, que duró más de 40 años, no solo ha dejado fechas históricas sino, también, lugares que se han convertido en imprescindibles para conocer cómo se desarrolló este enfrentamiento que dividió el mundo en dos. Musement recoge cinco lugares imprescindibles que podemos visitar para conocer más sobre la Guerra Fría.
Búnker 42 (Moscú, Rusia)
La bomba atómica fue la razón por la que Stalin mandó construir este búnker en 1950. Una fortaleza, situada a 65 metros bajo tierra en el centro de Moscú, cuya misión era convertirse en un escondite para los altos cargos de la Unión Soviética en caso de un ataque nuclear. Durante tres décadas, este centro de mando cuyo nombre clave era ‘Objeto 02’, llevó a cabo maniobras estratégicas de bombardeo. En la actualidad, podemos bajar hasta este búnker y visitar el museo en el que se recoge la historia de este periodo.
Checkpoint Charlie (Berlín, Alemania)
Este punto de control fue uno de los más famosos de la Guerra Fría ya que dividía Berlín en dos zonas totalmente diferentes, por un lado, la República Federal Alemana y, por otro, la República Democrática Alemana. Este paso fronterizo sólo podían utilizarlo militares o empleados de las embajadas de los aliados, extranjeros y funcionarios. Checkpoint Charlie se hizo famoso por ser uno de los lugares con más intentos de huida en los que la mayoría terminaron de forma trágica.
Casa Hofdi (Reyjkaviv, Islandia)
En octubre de 1986 esta casa de aspecto modesto acogió la Cumbre de Reyjkaviv, una reunión entre el presidente norteamericano Ronald Reagan y el presidente ruso, Mijail Gorbachov, para firmar una prohibición internacional del uso de misiles balístico. Sin embargo, las negociaciones fracasaron aunque sí sirvieron de puente para el acuerdo posterior sobre el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Medio. Hoy en día, la casa es propiedad de la ciudad de Reyjkaviv, y se usa para actos oficiales.
Submarino Growler (Nueva York, Estados Unidos)
El objetivo principal de este submarino de misiles guiados, situado en la costa del Pacífico, fue el de disuadir a la Unión Soviética del uso de material nuclear durante la Guerra Fría. Hoy en día, el Growler, se encuentra en el Intrepid Museum de Nueva York, donde los visitantes pueden conocer cómo es la vida dentro de un submarino y observar el centro de mando de los misiles.
Puente de los espías (Postdam, Alemania)
Su nombre real es Puente Glienicke, y, durante la Guerra Fría, fue usado para intercambiar espías capturados durante la época ya que era una frontera restringida. El primer intercambio de prisioneros en el puente tuvo lugar el 10 de febrero de 1962, liberando al coronel ruso Rudolf Abel a cambio del piloto americano Francis Gary Powers. Desde Musement, proponen una visita al parque Babelsberg, desde donde se tiene una vista impresionante del puente.
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