Nos acercamos a una bella isla del Dodecaneso situada al suroeste de Rodas. Visitamos Kárpatos, un territorio heleno surcado por la cordillera Kali Limni que, según las historias mitológicas, es el lugar en el que nacieron los titanes, aquellos dioses que precedieron a los olímpicos y que durante mucho tiempo fueron los dueños del universo y de los hombres.
Es emocionante saber que pisamos la misma isla que en la que vivió el titán Jápeto. Cuenta la leyenda que fue el primer habitante de Kárpatos y que era tan grande y robusto que solían confundirle con un gigante.
Ahora que ya sabemos que nos encontramos en una tierra muy especial, vamos a recorrerla para disfrutar de sus sorprendentes paisajes dibujados por el mar Egeo, de su calidez y de su carácter genuino.
Kárpatos es una pequeña isla griega de forma alargada con numerosas playas de fina arena y aguas transparentes que, afortunadamente, aún no ha sucumbido al turismo de masas, circunstancia que ayuda a sus gentes a mantener su autenticidad y su espíritu más tradicional.
Pigadia, también conocida como la ciudad de Kárpatos, es la capital de la isla. Su nombre significa manantial y responde a la gran cantidad de estas fuentes naturales que hay en la zona. Esta pequeña población, de unos 2.500 habitantes, es la más grande de la isla. Aquí encontramos un buen número de establecimientos turísticos: hoteles, restaurantes, tiendas y todo tipo de servicios. Es el lugar ideal para establecer nuestra base y lanzarnos a explorar todos los rincones de este territorio.
De todas las pintorescas localidades de la isla de Kárpatos, Olimpo se ha ganado el título de ser la más bella. Encantadoras callejuelas adoquinadas, coloridas casas encaramadas a lo alto de la montaña y junto al mar… Aquí todo es paz y tranquilidad. El ambiente está impregnado de tradición y la sensación es de retorno al pasado.
Los habitantes de Olimpo, especialmente las mujeres de la población, siguen vistiendo como antaño y no han modificado sus costumbres de siempre. Además, se comunican mediante un antiguo dialecto dórico. Con todo esto, es difícil no sentir una magia especial cuando paseamos por esta localidad construida en el siglo VII y que hasta no hace mucho tiempo permanecía inaccesible en coche.
Este encantador enclave de la isla, situado al norte y con cerca de medio millar de habitantes, disfruta de un ambiente idílico entre blancas capillas, algún que otro molino y la iglesia principal, dedicada a la Asunción de la Virgen.
No cabe duda de que Kárpatos es una isla que sorprende gratamente. Un lugar especial, puro y sin adulterar que, además de por todo lo anterior, también encanta por sus increíbles 160 km de playa, su hospitalidad y su deliciosa gastronomía tradicional. Un rincón del planeta en el que podemos llegar a sentirnos como auténticos titanes.
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