Algunas maravillas de Estambul
El horizonte de la ciudad de Estambul está magníficamente dominado por diferentes construcciones que son auténticos símbolos de Turquía. Se trata de edificaciones con cientos de años de historia que reinan en esta antigua ciudad, punto de encuentro entre Europa y Asia. El legado que tres imperios dejaron en este punto del planeta -el romano, el bizantino y el otomano- convive con el ajetreo y la actividad de una ciudad moderna llena de contrastes.
Vamos a descubrir algunas de las joyas de la ciudad más poblada de Turquía, puntos de obligada visita si llegamos a este territorio ubicado entre dos mares y dividido por el estrecho del Bósforo. Una capital también famosa por ser destino de compras y por ofrecer una excelente gastronomía.
Santa Sofía
Llegamos a una de las joyas del arte bizantino, un templo que más tarde fue convertido en mezquita por los otomanos. Santa Sofía –Santa Sabiduría-, fue edificada durante el mandato del emperador Justiniano en el siglo VI. Su preciosa cúpula se alza unos 55 metros sobre el suelo y se encuentra rodeada de 4 minaretes.
La que durante mil años fue la iglesia más grande del mundo, es actualmente un museo. Si su exterior es magnífico, no lo es menos su interior: brillantes mosaicos, mármol, columnas, iconos bizantinos…
Dejamos Santa Sofía. Atravesamos un bello jardín y alcanzamos a ver nuestro siguiente destino: la Mezquita Azul.
Mezquita Azul
Construida en el siglo XVII, esta mezquita gana en número de minaretes –un total de 6- a Santa Sofía, pero no en tamaño. La obra del sultán Ahmed I recibe el nombre de Mezquita Azul por el color de los miles de azulejos que adornan su majestuosa cúpula y numerosas zonas de su interior.
Este edificio impactante y conmovedor sigue activo hoy en día como lugar de culto, por lo que nos indicarán que nuestro atuendo guarde ciertas normas para acceder a él. Coincidir con el momento en el que se produce la llamada a la oración es una experiencia realmente especial.
Palacio de Topkapi
Edificado en el siglo XV, este palacio fue durante mucho tiempo la residencia de los sultanes que gobernaban el Imperio Otomano. Estamos en un bonito complejo de patios, pabellones, estancias y jardines con espectaculares vistas al Bósforo. Actualmente es uno de los museos más grandes y antiguos del mundo. De hecho, nos encontramos en un recinto palaciego enorme. Baste decir que cuenta con 700.000 metros cuadrados en los que en su día llegaron a vivir cerca de 5.000 personas.
Uno de los puntos de interés de Topkapi es el harén, un espacio con numerosas habitaciones que custodiaban eunucos, únicos hombres que podían acceder a este lugar, además del sultán, claro. Existen otras salas de gran interés, como la sala de armas, la cocina, los establos y, especialmente, la sala del tesoro. En ella pueden verse piezas valiosísimas y únicas en el mundo.
Torre de Gálata
Este magnífico mirador, con cientos de años de antigüedad, ofrece una panorámica increíble de Estambul. Ubicada en el barrio de Gálata, en el pasado sirvió de guía a muchos de los barcos que se acercaban a la ciudad. Testigo de la historia de esta tierra, estamos en una construcción de piedra, de forma cilíndrica y remate cónico, que se ha ganado ser uno de los grandes símbolos de Turquía. La Torre de Gálata es una sólida obra que parece que vigila toda la actividad de esta atractiva urbe.
Si nos animamos a subir hasta la parte más alta de la torre, que cuenta con nueve pisos de altura, también podremos disfrutar de una magnífica velada en el restaurante que se ubica en su última planta. El entorno es magnífico. Y si tenemos la suerte de contemplar una puesta de sol, la estancia nos resultará inolvidable.
La Torre de la Doncella
También conocida como faro de Kiz Kulesi, esta torre se encuentra en un islote en la entrada sur del estrecho del Bósforo. Es uno de los grandes iconos del país y uno de sus edificios más antiguos. Contemplar el atardecer desde aquí es un espectáculo que atrae a numerosos visitantes.
A lo largo del tiempo la Torre de la Doncella ha sido objeto de bastantes remodelaciones y, además de su función como faro, ha servido de prisión, de lugar de retiro para oficiales de la marina, como espacio para guardar cuarentenas… En la actualidad es un lugar visitado por cientos de turistas. Cuenta con un destacado componente romántico: es aquí, concretamente en el restaurante de la torre, donde muchos turcos enamorados piden matrimonio a sus novias.
Sin duda, Estambul es una ciudad fascinante. Como ya hemos destacado, a las múltiples visitas interesantes que ofrece hay que sumar su exquisita gastronomía y sus variadas opciones para realizar compras de todo tipo. Aquellos que disfruten en los mercados bulliciosos y en los bazares repletos de artesanía y orfebrería tradicional, no pueden perderse su Gran Bazar. Es uno de los más grandes del mundo y dispone de miles de tiendas con artículos a muy buenos precios. El lugar es tan grande que podemos invertir todo un día en recorrer sus múltiples pasillos y puestos.
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