Vivir la Navidad en estado puro no es solo cuestión de estar en casa rodeados de familiares, grandes comilonas y planes de sofá con película clásica. Las navidades también están cambiando, y aunque no renunciamos a la familia, sí es cierto que uno de los planes estrella es coger un avión en pareja, en familia o con amigos, y disfrutar del extranjero al menos en una de las fiestas de las navidades.
WowTrip, especialista en viajes sorpresa, reconoce que estas fechas son cada vez más, un reclamo para lanzarse a descubrir destinos sorpresa, y ¿cómo no? el equipo intenta que, si así lo quieren los viajeros, la escapada sea lo más navideña posible. Para disfrutar de una Navidad en estado puro, nada mejor que pasar los días finales de diciembre o los primeros de enero en las ciudades con los mejores mercadillos navideños:
Budapest: Destino de cuento de hadas y también con frío, la capital húngara ofrece los mejores planes para unos días de Navidad. El mercadillo navideño se sitúa en la zona del río del lado de Pest, frente a la conocida (y también imprescindible) Basílica de San Esteban. Los productos son de capricho, como arte tradicional y productos gastronómicos excelentes. Como broche de oro a una tarde de compras navideñas, la pista de patinaje sobre hielo al final del paseo para concluir la jornada con un plan precioso y navideño. Todo, por supuesto, está adornado con la temática del momento con mucho gusto y encanto.
Viena: Aunque WowTrip opera desde ahora también en el mercado austríaco, los españoles pueden llegar a ciudades como Viena desde que la agencia comenzó a organizar viajes sorpresa. Nieve casi asegurada, pista de patinaje, iluminación espectacular y… ambientazo, son el complemento perfecto a una de las ciudades más navideñas de Europa. La ciudad, pese al frío, jamás se aletarga. Es más, gracias a las bajas temperaturas, recobra ese encanto que se busca en el turismo de invierno. Es fácil entrar en calor con el vino dulce caliente y contagiarse de la alegría pre-navideña de estos momentos.
Colonia: Detrás de la imponente catedral se sitúa el weihnachtsmarkt (mercadillo) más céntrico, aunque no el único de la ciudad. La entrada al mismo está presidida por un árbol tan inmenso que cuenta con el título del mayor de Renania, y acompañándole, los 150 puestos de madera al aire libre que esperan clientes que no le teman al frío. Para atraer a los turistas y ciudadanos, el exquisito olor a manzanas recién horneadas, jengibre y galletas de canela, y para entrar en calor, un vino caliente muy típico de la zona que es además delicioso. La gastronomía de esta ciudad, con codillo, salchichas, patatas y deliciosos postres, tampoco tiene desperdicio…
Bruselas: La Grand-Place de la capital belga es espectacular en distintos momentos del año, y este no es uno menos. Navidad, en Bruselas, es una fiesta de luces, ambiente navideño y compras. El mercadillo Winter Wonders tiene casi dos kilómetros de puestecitos con unas vistas espectaculares: la noria de 55 metros de altura que está hecha con casi 20.000 luces. Para compensar el frío, nada mejor que degustar los gofres que se venden en distintos rincones de la ciudad y, cómo no, patinar sobre hielo es otra de las opciones para hacer redondo el día.
La Navidad no deja de ser una época en la que se suceden viajes espectaculares y pese al frío, la experiencia de estos lugares puede ser un súper regalo de Navidad por adelantado. Aunque hemos compartido solo cuatro, hay muchas ciudades que son un espectáculo navideño, como Basilea, Praga, Londres, París…
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