La Noche de las Pepitas se ha convertido en una seña de identidad de Ferrol, incrementando cada año el número de visitantes. La festividad fue declarada de Interés Turístico en Galicia en 2013, pero los ferrolanos salen a ‘rondar’ a las calles desde hace más de 120 años. A pesar de que existen muchas teorías en torno a su origen, algunos ferrolanos, componentes de las actuales rondallas, afirman que "las Pepitas nacieron cuando se trabajaba de sol a sol y se iba a cantar a las novia por la noche, porque no había tiempo para verla a otra hora, así que se aprovechaba la noche para dedicarle alguna canción bajo su balcón”. Antiguamente, además, era común el nombre de Josefa o Pepa. De ahí que la tradición de ‘rondar’ derivase en un homenaje popular a todas las Pepas, y por extensión a todas las ferrolanas, la noche anterior a la festividad de San José.
Las rondallas de Ferrol son las protagonistas de esta fiesta, ya que éstas se encargan de homenajear a las mujeres ferrolanas, brindándoles canciones populares. Aunque éstas principalmente son de temática amorosa, también las hay que reflejan la vida cotidiana o el fervor religioso a la Virgen de Chamorro. Los rondallistas van ataviados con su vestimenta característica -capa, camisa, lazo, bufanda y cintas con escarapelas, de un color determinado que distingue cada rondalla- y se acompañan de instrumentos como mandolinas, guitarras, bandurrias, violines, laúdes, flautas, violoncelos o panderetas. Además, cada grupo cuenta con una ‘madrina’ que les guía y acompaña, y a la que dedican sus habaneros, pasacalles y vals.
En cuanto al programa de la fiesta, como es habitual, comenzará con un acto institucional a las 17.00 horas en el Teatro Jofre, para después, en torno a las 18.00 horas, salir a rondar por las calles del centro de Ferrol. Tras dos horas, a las 20.00 horas, las rondallas se juntan en la Plaza de Amboaxe para actuar bajo una carpa.
Cada rondalla cuenta con su propio cancionero para esa noche, cuyas letras aparecen en el pañuelo, un elegante folleto que se entrega a los viandantes para que puedan cantar junto a ellos. En los últimos años se ha popularizado que algunos establecimientos hosteleros repartan entre sus clientes los famosos ‘bicos’ –besos en gallego-. Se trata de un bizcocho con forma de corazón relleno de naranja y recubierto de chocolate negro, que fue ideado por la Escuela de Hostelería de Pontedeume.
Sin lugar a dudas, la Fiesta de las Pepitas es una magnífica excusa para vivir un fin de semana diferente en Ferrol y aprovechar, así, para conocer algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad, tales como el Ferrol de la Ilustración, su ruta del Modernismo o el streetart de las Meninas de Canido. Todo ello, sin olvidar sus hermosas playas, ideales para hacer surf, y su rica y variada gastronomía que tanto mima el producto de la tierra.
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