Julio y agosto son los meses en los que se registran más siniestros viales en nuestro país, por lo que se deben extremar las medidas de seguridad en la carretera. Pese a ello, nadie está exento de sufrir una incidencia o avería en el camino de ida o de vuelta de las vacaciones. Se trata de una situación que se puede presentar en cualquier momento y para la cual se debe estar preparado.
Durante los meses de otoño e invierno es muy habitual encontrarnos con días de mal tiempo en la carretera, y con los grandes enemigos de los motoristas, la lluvia, la niebla, el viento, el hielo y la nieve. Y es que el mal tiempo está detrás de dos de cada diez accidentes de moto, siendo la lluvia la que más percances causa, un 80 %, seguida de la niebla (10 %), el viento (7 %) y el hielo o la nieve (3 %).
Los motoristas, junto a los ciclistas y peatones, forman uno de los grupos más vulnerables. La protección adecuada es imprescindible antes de subirte a la moto. El casco es el principal elemento de protección, obligatorio por ley, pero la prevención no debe acabar aquí. Existen una serie de protecciones adicionales que complementan la seguridad del motorista.