Nos acercamos a Andros, una de las más interesantes y misteriosas islas del archipiélago de las Bahamas, en el océano Atlántico. Situada a 48 kilómetros al oeste de Nassau, capital del país, Andros es la más salvaje y grande de todas las islas, ocupando más de la mitad de la superficie total de tierra firme del país entero.
Rodeada por la tercera barrera de coral más grande del mundo, sus fondos marinos se sumergen hasta los tres kilómetros de profundidad, formando una lengua oceánicapara el gusto y disfrute de pescadores y buceadores.
Andros fue habitada por los Indios de Lucaya, conocidos como los “invisibles” a causa de los efectos que provoca el alga endémica verde azulada de la isla y de la que se dice que tiene la propiedad de ser invisible a la luz. Se cuenta que tras la llegada de los primeros europeos a la isla, estos intuyeron signos evidentes de presencia humana, pero nunca fueron capaces de encontrar a los indios “invisibles”.
El nombre original de la isla es Espíritu Santo y data de 1550. Posteriormente, en el siglo XVIII, fue cambiado por Isla de San Andrés y ha terminado siendo bautizada como Andros en homenaje a Sir Edmon Andros, comandante de las fuerzas de Su Majestad la Reina.
Lugar de residencia de los últimos Indios Semínolas, desde hace más de un siglo la isla es un remanso de paz y tranquilidad protegido por cinco parques nacionales y sus célebres agujeros azules, cuevas sumergidas de agua dulce que comunican con el mar y que suscitan todo tipo de leyendas atrayendo la curiosidad de los buceadores más atrevidos. Los menos audaces pueden animarse a observar a los tiburones, descubriendo restos de barcos hundidos y explorando los descensos submarinos que tanta popularidad han dado a la isla.
La pesca bonefish o pesca con mosca es considerada en esta isla una actividad ideal gracias a las inmensas extensiones de aguas poco profundas, que favorecen la creación de lugares de pesca para los principiantes. Los que prefieren la tierra firme tienen también donde escoger entre diferentes opciones, como caminatas por los bosques y los manglares que les van a permitir descubrir y aprender sobre la fauna local, las tradiciones del lugar y la medicina “bush”, el arte de curarse con las plantas.
Podemos disfrutar de Andros con variadas y atractivas opciones. Aquí van algunas sugerencias para invertir nuestro tiempo en la isla:
Descubrir las increíbles tiendas de cestería y mimbre de Red Bay y las interesantes esculturas de madera de los artistas locales.
Recorrer los parques nacionales de la isla.
Iniciarse o perfeccionar la técnica en la pesca “bonefish”en las espectaculares marismas.
Bañarse en un agujero azul de agua dulce en medio del bosque.
Descubrir los manglares en kayak.
Bucear sin límite en las profundas pendientes submarinas.
Caminar y pasear a pie o en bicicleta por los numerosos senderos e itinerarios.
No perderse el Festival del Cangrejo, que anualmente se celebra a principios de junio. Con su protagonista, el cangrejo de tierra, se hacen deliciosos pasteles.
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