Visita a Covadonga. La Cueva de la Santina y la Basílica de Santa María la Real

Nos acercamos al Principado de Asturias, un punto de España repleto de encantos y lugares mágicos. Uno de ellos es la Santa Cueva de la Virgen de Covadonga, el refugio natural de la Santina, como es llamada de forma cariñosa por los asturianos.

Situada en el Parque Nacional de los Picos de Europa, muy cerca de la localidad de Cangas de Onís, la gruta santa en honor a la patrona de Asturias envuelve al visitante en un entorno natural impresionante. La cueva, donde no está permitido hacer fotografías a la Virgen, es un lugar cargado de sencillez y exento de barroquismos que mantiene un constante ir y venir de personas, visitantes que, ya sea por devoción o por curiosidad viajera, inundan de movimiento la paz que aquí se respira.

Estamos en un punto imprescindible por su interés histórico y religioso, un lugar que también acoge el sepulcro de Don Pelayo, primer rey astur.

La Cueva Santa de la Virgen de Covadonga es una especie de balcón con vistas a la Basílica de Santa María la Real de Covadonga, un paisaje que emociona y nos deja sin aliento. Construida en piedra caliza rosa, es un magnífico templo neorrománico, un esbelto edificio con un impresionante aspecto exterior y un contenido repleto de interés.

Ya que nos encontramos junto a Cangas de Onís, es más que recomendable acercarnos a esta bonita localidad en la que, como en el resto de Asturias, se come de maravilla y tiene entre sus monumentos más destacados el célebre puente romano del que pende una reproducción de la Cruz de la Victoria.