A ritmo de Mozart por Salzburgo

Viajamos a una ciudad llena de belleza gracias a su paisaje, a sus numerosos festivales artísticos, a su magnífico centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, a sus famosos chocolates y dulces, a sus cafés con historia y a su figura más reconocida: Wolfgang Amadeus Mozart.

El gran compositor es la esencia de esta encantadora ciudad austríaca, caracterizada por una rica vida cultural. Sus habitantes están orgullosos de su hijo más ilustre y han creado una ruta para que los visitantes puedan recorrer los lugares más significativos en la vida de Mozart.

La ciudad de la sal

Cerca de la localidad austríaca de Hallein, a veinte minutos de Salzburgo, se encuentra una de las más antiguas minas de sal del mundo, un yacimiento desde el que se transportaba la sal para comerciar con ella cuanto este producto era conocido como “el oro blanco”, ya que se utilizaba como moneda de cambio. Recordemos que en aquel momento, en el que no existían los frigoríficos, una de las formas más habituales de conservar los alimentos era mantenerlos en sal, operación que garantizaba su durabilidad.

La cotizada sal se convirtió en un elemento clave de la zona durante la época romana. Más tarde el comercio de sal dotó de poder y riqueza a la ciudad. Las ganancias que proporcionaba este valioso producto se invirtieron en la construcción de una urbe de influencia italiana y por ello también es conocida como “la Roma del Norte”.

Estas circunstancias históricas tan “saladas” dieron como resultado el nombre de la ciudad que visitamos. Salzburgo significa “ciudad de la sal”.

Mozart, Mozart y más Mozart

El 27 de enero de 1756 nacía el gran compositor. Vino al mundo en el número 9 de la calle Getreidegasse. Su casa natal es en la actualidad uno de los museos más visitados de Austria y cita obligada para los amantes del genial músico. Aquí encontraremos una buena cantidad de objetos personales de Mozart y de su familia.

Esta calle también es famosa por los letreros de hierro forjado de sus tiendas, tradición que nació en la Edad Media y que aún se conserva.

En el mismísimo centro de Salzburgo está la Plaza Mozart. Desde allí bien vale la pena un paseo por las pequeñas calles que la envuelven y acercarnos a la magnífica catedral y a la Residencia de Salzburgo, un majestuoso palacio del siglo XIII donde residieron los arzobispos de la ciudad durante muchos años. Actualmente, el edificio se ha reconvertido en un museo y centro cultural que también se utiliza como sala de conciertos.

Siguiendo con la estela del compositor, es imprescindible degustar los “Bombones de Mozart”. De forma redondeada y con un sabor exquisito, son los dulces más típicos de la ciudad y se venden por todas partes. Se han convertido en todo un emblema de Salzburgo.

De palacio en palacio

A los pies del monte de Hellbrunn, en una zona conocida por sus manantiales, se encuentra el Palacio Hellbrunn, originalmente construido como residencia de verano de los arzobispos de Salzburgo. Cuenta con unos bellos jardines repletos de los llamados “juegos de agua”, inesperadas y divertidas fuentes ocultas que atraen a miles de visitantes de todo el mundo.

El Palacio Leopoldskron, situado a pocos minutos a pie del casco antiguo de la ciudad, nos remite a una referencia muy cinematográfica: allí se rodaron muchas escenas de la película Sonrisas y lágrimas. También fue en este palacio donde se celebró el primer Festival de Salzburgo en el año 1920. Construido en el siglo XVIII, actualmente es de propiedad privada y se ha convertido en uno de los hoteles más elegantes y lujosos de la ciudad.

Un gigante de acero y cristal

En esta sorprendente ciudad, con aspecto de escenario de cuento de hadas, también hay espacio para la vanguardia arquitectónica. Un buen ejemplo es el llamado Hangar 7, un edificio impresionante y multifuncional situado en el aeropuerto de Salzburgo. Originariamente fue construido para cumplir la función de hangar, pero en la actualidad es un punto de exposición de aviones históricos y otros interesantes objetos. También contiene un área dedicado al aeromodelismo.

Salzburgo y la Navidad

Esta ciudad es, sin lugar a dudas, un magnífico destino para vivir la esencia de la Navidad. Sus preciosas calles se llenan de mercadillos y el programa cultural que se organiza para estas fiestas se complementa con una gran variedad de exposiciones de belenes y de arte navideño. Además, el año se despide con innumerables conciertos y actividades.

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Finalizamos nuestro paseo por Salzburgo con un práctico consejo, especialmente dedicado a aquellos que quieran recorrerse la ciudad de punta a punta. En estos casos la tarjeta Salzburg Card es ideal para descubrir todos los rincones. Incluye transporte público, algunas cercanías, la entrada a diferentes atracciones turísticas y la subida a un teleférico de montaña. Puede adquirirse por 24, 48 o 72 horas consecutivas.