​Las Islas Australes, un viaje a la Polinesia más auténtica

En el corazón del Pacífico Sur, este archipiélago remoto seduce con su autenticidad, paisajes salvajes y una cultura ancestral viva
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En el corazón del Pacífico Sur, donde el tiempo se detiene y la naturaleza sigue intacta, las Islas Australes emergen como el secreto mejor guardado de la Polinesia Francesa. A 600 km al suroeste de Tahití, este archipiélago remoto —formado por Rurutu, Tubuai, Raivavae, Rimatara y Rapa— seduce con su autenticidad, paisajes salvajes y una cultura ancestral viva. Ballenas jorobadas, campos de taro, lagunas turquesas y una hospitalidad sincera convierten este rincón del mundo en un viaje inolvidable.

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© Grégoire Le Bacon

Auténticas, tranquilas y poco exploradas, las Islas Australes ofrecen una experiencia de viaje íntima y transformadora. Su hospitalidad, su vínculo profundo con la tierra y el mar, y su belleza intacta las convierten en un destino perfecto para quienes buscan ir más allá de lo conocido. Porque en estas islas del sur, el lujo no está en lo material, sino en lo esencial.

Un santuario natural para el avistamiento de ballenas

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© Grégoire Le Bacon

Entre julio y noviembre, las aguas de Rurutu y Tubuai se transforman en un escenario único para contemplar el ritual de las ballenas jorobadas. Estos majestuosos cetáceos migran cada año a estas latitudes cálidas para reproducirse y dar a luz, ofreciendo un espectáculo inolvidable. Las madres nadan junto a sus crías, mientras los machos entonan sus cantos hipnóticos en un cortejo que emociona tanto a viajeros como a investigadores.

Cinco islas, cinco mundos con una personalidad única

Cada isla posee su propio carácter. Rurutu sorprende con sus acantilados escarpados, grutas misteriosas y extensos campos de taro, el cultivo más emblemático de las Australes. Presente en casi todas las comidas, este tubérculo es para los locales lo que el pan es para los franceses: un alimento esencial.

Rimatara, la más pequeña, también está cubierta por campos de taro que dibujan un paisaje verde y fértil, y alberga al lori de Kuhl, una colorida y rara ave endémica que es símbolo de orgullo local.

En Tubuai, la isla más extensa, las suaves colinas se funden con una espectacular laguna de aguas turquesas. Aquí, durante la temporada de lichis —de finales de noviembre a principios de enero—, los árboles se llenan de esta fruta dulce y fragante, y los aviones que parten rumbo a Tahití cargan toneladas de lichis frescos para abastecer los mercados navideños de la capital.

Raivavae, apodada la "Bora Bora del sur", ofrece paisajes de postal y playas desiertas. Es el punto de partida ideal para realizar una caminata hasta el Monte Hiro, desde cuya cima se obtiene una vista panorámica de toda la isla y su laguna. Desde allí, es posible visitar el motu Vaiamanu —conocido también como “Swimming Pool Motu” por la transparencia de sus aguas—, un rincón paradisíaco que parece esculpido por la imaginación.

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© Michael Runkel

Más allá del paisaje: cultura, historia y tradición milenarias

Las Islas Australes no solo cautivan por su belleza natural, sino también por la riqueza de su cultura ancestral. En varias islas, especialmente Raivavae, Tubuai y Rimatara, aún se conservan yacimientos arqueológicos que dan testimonio de civilizaciones preeuropeas complejas y profundamente conectadas con su entorno. Explorar estos vestigios acompañado de un guía local permite adentrarse en relatos, mitos y leyendas que han sobrevivido al paso del tiempo.

La artesanía es otra de las grandes señas de identidad del archipiélago. Las matriarcas locales, son maestras en el arte del teñido y trenzado de hojas de pandano seco, con las que elaboran a mano sombreros, cestos, alfombras y bolsos que se pueden adquirir como auténticos souvenirs de viaje.

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© Tahiti Tourisme

Sabores tropicales y vida pausada

La gastronomía de las Australes es un reflejo de su tierra generosa y sus tradiciones. El taro, el pescado fresco y las frutas tropicales como la piña, el mango, el plátano o el lichi son protagonistas en los mercados locales y en las mesas de las familias. Probar un plato elaborado con productos locales, mientras se contempla el atardecer sobre el mar, es una experiencia que conecta todos los sentidos.

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© Lei Tao

Cómo llegar

Llegar a las Islas Australes es más sencillo de lo que parece. Existen vuelos regulares desde Papeete, capital de Tahití, hacia Rurutu, Tubuai, Raivavae y Rimatara. Una vez en el archipiélago, es posible moverse entre islas o explorar sus rincones en coche, bicicleta o moto, según el ritmo que uno desee imprimir al viaje.

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