Siempre se ha relacionado a Dubái como un destino turístico de lujo, boato y ostentación, pero paulatinamente cada vez surgen más ofertas de viajes a precios moderados o tours turísticos por la ciudad aprovechando las largas escalas en su aeropuerto que suelen hacer numerosos vuelos de camino a otros destinos asiáticos.
Skyline de Dubái
Dubái, urbe de ultramoderna arquitectura, está dividida en dos zonas, Deira y Bur Dubái, por el cauce fluvial del Creek, una ría natural de agua salada que se adentra 14 kilómetros hacia el interior y que es la artería principal de un importante comercio marítimo. Su trayecto urbano se visita en excursiones por barca o pequeños cruceros que atracan a un lado y otro del canal.
Zoco del oro
Deira fue originariamente el antiguo centro comercial y es el área en el que se hallan muchos de los populares mercadillos de perfumes, especias o artesanales joyerías, como el Zoco del oro o el Zoco de las especias. Pero actualmente se ha modernizado por la apertura de nuevos centros comerciales y edificios de nueva construcción, aunque conserva un aroma más tradicional.
Zoco de las especias
Mientras que Bur Dubái, germen de la actual ciudad-emirato, amalgama barriadas de estrechas callejuelas con restaurantes autóctonos y numerosas mezquitas, incluida la Gran Mezquita, con otras de carácter más residencial, dotando al distrito de un ambiente elegante y multicultural.
Rozando el cielo
Pero, sin duda, la gran atracción de Dubái es el Burj Khalifa, con una altura de 830 metros, ostenta el record de ser el edificio más alto del mundo, así como el restaurante (planta 122), el bar-lounge y sala de conciertos (plantas 152, 153 y 154) y el mirador At The Top (plantas 124 y 125) más elevados del planeta.
Burj Khalifa
Desde allí, a 450 metros de altura, se domina la visión completa del skyline futurista, de sus barrios más tradicionales, del mar Arábigo y del desierto de Rub al-Jali que la circunda, incluso en días sin calima se logra ver paisajes ubicados a más de un centenar de kilómetros. Arquitectónicamente hablando el rascacielos fue construido en un breve espacio de tiempo, tan solo cinco años, inaugurándose en 2009 y más de 25.000 paneles de vidrio recubren la totalidad de su superficie que se asemeja a una flor típica de la región que se adapta a climas tan extremos como los que se soportan en época estival.
Enfrente de tan exuberante construcción se emplaza un lago artificial y dentro del mismo se ubica la Fuente de Dubái, cuyos chorros alcanzan una altura que supera los 150 metros. En todos los atardeceres se ofrece un espectáculo gratuito de luz y sonido.
Y a pocos metros, se halla el Dubái Mall, un centro comercial, que además de servir de entrada para acceder al rascacielos, cuenta con más de un millar de tiendas, restaurantes, cines, acuarios, una pista de hielo e incluso una parada de metro
Pero Dubái no son solo espectaculares edificios, fastuosos hoteles, majestuosos centros comerciales, zocos populares, mercadillos o mezquitas. Cuenta con dos remansos de paz y esparcimiento, los pulmones verdes de la ciudad: el Safa Park con varios lagos y una zona boscosa y el Miracle Garden, fuera del centro urbano, que está considerado como el jardín de flores más grande del mundo, que puede tardarse en recorrer entre tres y cuatro horas. Y con atractivos museos que exhiben al público visitante un amplio muestrario desde las más antiguas tradiciones islámicas a las innovaciones y tecnologías más vanguardistas como el museo del Futuro, el de historia de Dubái o el de Etihad, entre otros.
Las islas artificiales
En los alrededores de la ciudad, a tan solo 20 kilómetros de Dubái se ubica Palm Jumeirah, un conjunto de islas artificiales en el Golfo Pérsico con forma de palmera compuesta por un tronco y diecisiete ramas y protegidas por una barrera exterior semicircular concebida como rompeolas de protección.
Conjunto de islas artificiales Palm Jumeirah
El archipiélago se constituye en un área residencial y de ocio con hoteles de alto standing, apartamentos, villas, restaurantes, cafeterías, puertos deportivos, el parque acuático Aquaventure y empresas que organizan paseos en helicóptero o hidroavión que sobrevuelan tan espectacular entorno.
Mezquita Jumeirah
A las afueras de Dubái se emplaza la Mezquita Jumeirah, erigida en piedra blanca y decorada con espectaculares mosaicos en su interior y su cúpula central está acompañada de dos impresionantes minaretes a cada lado.
Y a poco más de una hora de viaje se halla la mezquita de Sheikh Zayed, en Abu Dabi, una de las más lujosas del mundo, elegantemente ornamentada con cuatro alminares y un conjunto de redondeadas bóvedas. En ambos recintos se permiten la entrada a personas de otras creencias.
Dubái es, desde luego, un destino que no deja a nadie indiferente.
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