Estamos en julio y es tiempo de viajar a lugares maravillosos. Así que, ¿por qué no viajar a París, una ciudad maravillosa, con un increíble pasado cultural e ilustrado?
De igual forma que Nueva York es conocida con el sobrenombre de “La ciudad que nunca duerme”, por su ritmo trepidante, sus calles, las sombras de los rascacielos de día y las luces de los edificios de noche, París lo es con el de “La Ciudad de la Luz”, por su iluminación nocturna, creadora de una atmósfera romántica.
París —La Ciudad de la Luz—, ha sido durante siglos un epicentro de arte, cultura y romance; y, con sus icónicos monumentos, calles empedradas y cafés acogedores, París sigue atrayendo a millones de visitantes cada año, deseosos de sumergirse en su atmósfera única.
A continuación, querido viajero, te invito a repasar contigo los lugares más emblemáticos de la capital francesa, cargados de historia, cultura y encanto especial.
La Torre Eiffel: El Icono de París
Hablar de París es hablar también de la Torre Eiffel, el símbolo más reconocible de la ciudad. Fue construida por Gustave Eiffel para la Exposición Universal de París (1889), celebrada del 6 de mayo al 31 de octubre de ese año, para conmemorar el centenario de la toma de la Bastilla, un acontecimiento considerado como símbolo del comienzo de la Revolución francesa.Con sus 324 metros de altura, ofrece vistas panorámicas impresionantes de la ciudad desde sus tres niveles. Tanto de día como de noche, la Torre Eiffel se ilumina con un espectáculo de luces que deja a todos maravillados. No olvides tomar un paseo en el cercano Campo de Marte, un parque ideal para disfrutar de un picnic con vistas a la torre.
Notre-Dame: La Joya Gótica
La Catedral de Notre-Dame, una obra maestra del gótico francés, es otro de los tesoros de París. Iniciada en 1163 y finalizada en 1345, ha sido testigo de siglos de historia francesa, desde coronaciones hasta revoluciones. Aunque el incendio de 2019 causó daños significativos, la catedral sigue siendo un lugar de visita obligada. Los trabajos de restauración han conseguido devolver a Notre-Dame a su antiguo esplendor. Sus detalladas gárgolas, majestuosas vidrieras y el impresionante rosetón serán para cualquier visitante motivo de admiración.
El Museo del Louvre: Un Tesoro de Arte
El Museo del Louvre, el más grande del mundo, alberga una colección inigualable de obras de arte que abarcan desde la antigüedad hasta el siglo XIX. El Louvre fue originalmente un palacio real, abriendo como museo sus puertas en 1793. Entre sus obras más famosas se encuentra la Mona Lisa de Leonardo da Vinci, la Venus de Milo y la Victoria de Samotracia. Con más de 35,000 obras en exhibición, es recomendable planificar tu visita y enfocarte en las galerías que más te interesen. No olvides explorar la pirámide de cristal en el patio, una moderna entrada que contrasta con la arquitectura clásica del museo.
Montmartre: El Alma Bohemia de París
Montmartre, con su ambiente bohemio y su rica historia artística, es un barrio que no puedes dejar de visitar. Montmartre —ubicado en una colina al norte de París—, fue hogar de artistas como Picasso, Van Gogh y Toulouse-Lautrec. La Basílica del Sagrado Corazón, situada en la cima, ofrece vistas panorámicas de la ciudad y es un lugar ideal para relajarse.
Te recomiendo que des una vuelta por la Place du Tertre, donde los artistas locales exponen y venden sus obras; también puedes disfrutar de un café en alguno de los encantadores bistrós: pequeños establecimientos donde puedes comer y beber a precios económicos.
Este barrio mantiene viva la esencia del París de antaño, con sus calles adoquinadas y su vibrante vida nocturna.
Los Jardines de Luxemburgo: Un Remanso de Paz
Los Jardines de Luxemburgo —ubicados en el corazón del Barrio Latino— son el lugar perfecto para relajarte. Con una extensión de 23 hectáreas, ofrecen amplias avenidas arboladas, estatuas y fuentes.
El Palacio de Luxemburgo, que ahora alberga el Senado francés, se encuentra en el centro de los jardines. Este es un lugar ideal para pasear, hacer un picnic o simplemente sentarse y disfrutar del entorno. Durante el verano, los jardines se llenan de vida con conciertos y espectáculos al aire libre.
Paseo en barco por el río Sena
El paseo en barco por el río Sena nos brinda una visita panorámica de muchas de las joyas arquitectónicas de París, como la Torre Eiffel, Los Inválidos, el Parlamento, el Museo de Orsay, la Catedral de Notre dame, el Louvre o el Gran Palais, por lo que es altamente recomendable realizarlo. Los barcos salen desde un mueble al lado de la Torre Eiffel.
En fin, París es una ciudad que encanta y seduce a cualquier visitantepor su rica historia, vibrante cultura y su inigualable belleza. Cada rincón parisino contiene una preciosa historia que contar. Por esto, no debe extrañarnos que en el momento cumbre de la famosa película “Casablanca”, Bogart le dijera a Ingrid Bergman: «Siempre nos quedará París».
¿Y tú?¿A qué esperas para descubrir la magia de París?
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