Nos acercamos a Italia, un país fascinante que nos envuelve con su belleza y sus atractivos destinos. Ciudades como Florencia, Venecia o Roma, la capital del país, no necesitan presentación. Sin embargo, en esta ocasión, no haremos parada en estos conocidos destinos, porque queremos descubrir una enigmática construcción medieval conocida como Castel del Monte.
Para llegar hasta Castel del Monte, hemos de adentrarnos en la región de Apulia, en el talón de la bota italiana. Aquí, a unos veinte kilómetros de la pequeña población de Andria, sobre una colina en el Parque Nacional de Alta Murgia, nos espera la curiosa fortaleza que vamos a visitar.
Construido en el siglo XIII por el emperador Federico II, Castel del Monte es un monumento que desafía la lógica. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996, este castillo es una muestra excepcional del genio arquitectónico y científico de su época. Su construcción, terminada en 1240, sigue siendo objeto de estudio y admiración por su diseño único y su simbología oculta.
Lo primero que nos llama la atención de Castel del Monte es su forma octogonal. El castillo está compuesto por una estructura central octogonal rodeada por ocho torres, también de forma octogonal, en cada esquina. Este diseño geométrico perfecto ha dado lugar a numerosas teorías sobre su propósito y significado. Algunos historiadores sugieren que la forma del castillo está inspirada en la corona imperial de Federico II, mientras que otros creen que podría tener un significado astrológico o esotérico.
Cada elemento de Castel del Monte parece haber sido cuidadosamente pensado. La entrada principal está alineada de manera que, durante el solsticio de invierno, el sol penetra directamente a través de la puerta principal, iluminando el interior del castillo de una manera que sugiere un conocimiento avanzado de astronomía y matemáticas. Este fenómeno ha llevado a algunos estudiosos a especular que el castillo podría haber servido como observatorio astronómico.
Cuando accedemos al interior del castillo, comprobamos que está dividido en dos pisos, cada uno con ocho habitaciones trapezoidales que se distribuyen alrededor de un patio central. Las escaleras en espiral dentro de las torres conectan los pisos y añaden un elemento de movimiento al diseño estático del edificio. Las paredes del castillo estaban originalmente adornadas con mármol y mosaicos, aunque la mayoría de estos detalles decorativos se han perdido con el tiempo.
A lo largo de los siglos, Castel del Monte ha sido objeto de numerosos estudios y teorías, pero su verdadero propósito sigue siendo un misterio. Algunos historiadores creen que el castillo fue concebido como un pabellón de caza o una residencia de recreo para el emperador Federico II, quien era conocido por su amor por la caza y su interés en la ciencia y el conocimiento. Otros sugieren que podría haber sido un lugar de retiro espiritual o un centro de estudio esotérico.
Federico II fue una figura enigmática en sí misma. Era un erudito y mecenas de las artes y las ciencias. Su visión y ambición se reflejan en la construcción de Castel del Monte, que no se parece a ninguna otra fortaleza de la época. A diferencia de otros castillos medievales, Castel del Monte carece de elementos defensivos como fosos o bastiones, lo que refuerza la idea de que su propósito no era militar.
Visitar Castel del Monte es una experiencia que nos transporta a una era de misterio y magnificencia. La fortaleza se alza imponente sobre la colina, ofreciendo vistas panorámicas del Parque Nacional de Alta Murgia y la campiña de Apulia. Al acercarnos, no podemos evitar sentirnos asombrados por la precisión y la belleza de su diseño.
Nos despedimos de Castel del Monte maravillados tras haber descubierto una obra arquitectónica que es mucho más que una fortaleza medieval. Su diseño único ha convertido a este castillo en una parada obligatoria si nos encontramos en la región italiana de Apulia.
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