Nos dirigimos a Bulgaria, un bonito país del sureste europeo, repleto de bellos contrastes y con una historia que se remonta a miles de años. Desde las montañas Rila y Pirin hasta las playas doradas del Mar Negro, Bulgaria ofrece una gran diversidad de paisajes y experiencias culturales. La capital, Sofía, es un vibrante centro urbano que combina la modernidad con la historia antigua, y Plovdiv, una de las ciudades más antiguas del mundo, alberga ruinas romanas y una animada escena artística.
Nuestros pasos nos han guiado hasta Bulgaria para descubrir una hermosa ciudad que brilla con luz propia: Veliko Tarnovo. Se encuentra a unos 250 km al noreste de Sofía, a orillas del río Yantra, y destaca por su impresionante patrimonio medieval. Es una de las ciudades más antiguas y atractivas del país. Conocida como la "Ciudad de los Zares", Veliko Tarnovo fue la capital del Segundo Imperio búlgaro y conserva ese aire de grandeza y misterio que la convierte en un destino imprescindible para cualquier viajero.
Uno de los lugares más emblemáticos de Veliko Tarnovo es, sin duda, la fortaleza de Tsarevets. Este impresionante complejo medieval, ubicado en una colina, ofrece vistas panorámicas del río Yantra y la ciudad. Al recorrer sus muros y torres, uno puede casi escuchar los ecos de las antiguas batallas y ceremonias que tuvieron lugar aquí. La Catedral Patriarcal de la Ascensión, situada en el punto más alto de la fortaleza, es una reconstrucción moderna con frescos contemporáneos que narran la gloriosa historia de Bulgaria.
Cada noche, la fortaleza cobra vida con un espectáculo de luz y sonido que nos transporta a la época dorada del Segundo Imperio búlgaro. Este espectáculo es una experiencia imprescindible que combina tecnología moderna con la rica herencia histórica de la ciudad, creando un ambiente realmente especial.
Bajar la colina de Tsarevets nos lleva al encantador barrio de Samovodska Charshiya, una zona peatonal que parece detenida en el tiempo. Sus calles empedradas y casas tradicionales albergan talleres de artesanos que mantienen vivas las tradiciones búlgaras. Aquí se pueden encontrar desde iconos pintados a mano hasta cerámica y tejidos tradicionales. Las pequeñas tiendas y cafés proporcionan un ambiente acogedor donde es fácil perderse en la magia del pasado.
A pocos kilómetros de la ciudad, en un entorno natural de gran belleza, se encuentra el monasterio de Preobrazhenski. Este monasterio ortodoxo, fundado en el siglo XIV, es famoso por sus frescos y su arquitectura única. La tranquilidad del lugar y su entorno natural lo convierten en un refugio perfecto para aquellos que buscan un momento de paz y reflexión.
Seguimos paseando por Veliko Tarnovo y nos encontramos con uno de los lugares más fotografiados de la ciudad: el puente de Stambolov. Este puente peatonal, que conecta la ciudad con el moderno barrio de Assenova, ofrece vistas espectaculares del río Yantra y la colina de Tsarevets. Es un lugar perfecto para disfrutar de un rato tranquilo y para tomar fotos que capturen la esencia de este punto de Bulgaria.
No podemos visitar Veliko Tarnovo sin descubrir su deliciosa gastronomía. La cocina búlgara es una fusión de sabores balcánicos, turcos y mediterráneos, y Veliko Tarnovo ofrece una muestra exquisita de esta diversidad culinaria. Podemos disfrutar de platos tradicionales como el ‘banitsa’, un pastel de hojaldre relleno de queso y espinacas, o el ‘kavarma’, un estofado de carne cocido lentamente con verduras y especias.
Los restaurantes y tabernas de la ciudad también ofrecen una amplia variedad de vinos búlgaros, conocidos por su calidad y sabor distintivo. No hay mejor manera de terminar un día de exploración que con una copa de vino tinto ‘Melnik’ o un refrescante vino blanco ‘Misket’, acompañados de una tabla de quesos y embutidos locales.
Veliko Tarnovo está llena de curiosidades fascinantes. Por ejemplo, durante las excavaciones arqueológicas en la fortaleza de Tsarevets, se descubrieron túneles secretos que conectaban la fortaleza con el río Yantra, utilizados en tiempos de asedio para abastecer a la ciudad.
Otro dato interesante es que Veliko Tarnovo ha sido escenario de numerosas producciones cinematográficas y televisivas, gracias a su pintoresca arquitectura y su atmósfera histórica. No nos extrañemos si vemos a equipos de filmación en las calles de la ciudad, una circunstancia que añade un toque de glamur al encanto de esta ciudad de Bulgaria.
Escribe tu comentario