​Cómo afrontar un pinchazo durante un viaje en verano

El calor multiplica por cinco las posibilidades de sufrir un reventón
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La temperatura atmosférica no afecta a la probabilidad de pinchar, lo que pasa es que si se ha pinchado y se circula con baja presión la temperatura del neumático subirá, lo cual puede ayudar a tener un reventón. Con el calor ya habitual y propio de estas fechas, lo cual puede ayudar a tener un reventón en caso de pinchazo, hay que tener en cuenta que no todos los pinchazos son iguales y, por ello, pueden ser o no reparables. En el caso de serlo, Euromaster señala dos técnicas de reparación, seta y gusano, pero una de ellas es poco o nada recomendable.


Precisamente es la del gusano la menos segura, pues con esta técnica no se puede verificar el estado del neumático por dentro, lo que entraña un elevado riesgo, pues en apariencia el neumático puede estar reparado, pero internamente puede estar dañado, “desmigándose” su estructura interior y pudiendo desembocar en un reventón. Euromaster no recomienda nunca usar esta técnica, puede ser muy peligrosa y llevarnos a un reventón.

En cambio, Euromaster recomienda siempre realizar la técnica de la seta al ser la más segura y fiable, donde la parte de arriba hace de tapón y el tallo hace un buen sellado y no deja que entre la humedad. De hecho, una cubierta cuya estructura interior tiene humedad por dentro se puede pudrir, aumentando, por tanto, las posibilidades de sufrir un reventón cuando el vehículo está en movimiento, lo que a su vez puede provocar un accidente.

¿Reparar o no reparar?

Cuando el coche llega al taller, lo primero que realizan los profesionales es observar todo el neumático pinchado y ver si se puede reparar o no. Si el daño se ha localizado en alguna de las partes laterales de la cubierta o, por otro lado, si se ha rodado varios kilómetros con el neumático pinchado la reparación se descarta y habrá que proceder a la sustitución.

De lo contrario, los profesionales pueden proceder a su reparación, para lo cual deben quitar presión a la cubierta (es un error frecuente meter aire a la misma para tratar de localizar dónde está la posible fuga) y, a continuación, desmontar la rueda.

Según Itsaso Usobiaga, Responsable de Despliegue de Oferta de Euromaster, “el mal estado del neumático se puede deber a un desgaste irregular, por baja presión o un dibujo con una profundidad por debajo del mínimo legal, lo que pone en riesgo a este importante elemento componente de seguridad del vehículo. Por ello, para circular con seguridad y tranquilidad, se recomienda revisar la presión de los neumáticos al menos una vez al mes según los niveles indicados por el fabricante en cuestión”.

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