Viajamos hasta un pintoresco pueblo de montaña ubicado a orillas del río Isar, en el estado de Baviera, en Alemania, una localidad que nos fascina con el encanto de sus tradiciones y con su bella arquitectura con aspecto de cuento que aparece enmarcada por los increíbles paisajes que dibujan los Alpes bávaros. Estamos en Mittenwald, una población situada a más de seiscientos kilómetros al sur de Berlín, la capital del país, distancia que vale la pena recorrer para disfrutar de los encantos de este pequeño pueblo alemán.
Mittenwald, literalmente "valle en el centro del bosque", debe su nombre a su ubicación estratégica entre densos bosques y majestuosas montañas. Posee una historia que se remonta a siglos atrás, aunque fue en el siglo XIV cuando la población fue reconocida como una entidad administrativa independiente. Este rincón de Alemania ha sido durante mucho tiempo un refugio para los viajeros que buscan alejarse del bullicio de la vida moderna y sumergirse en la serenidad de la naturaleza alpina.
El corazón de Mittenwald late al ritmo tranquilo del río Isar, cuyas aguas cristalinas serpentean a través del valle, reflejando los colores cambiantes del paisaje circundante. Pasear por las orillas del río es una experiencia verdaderamente mágica, donde se pueden admirar las casas de estilo tradicional bávaro con sus tejados de pizarra y fachadas pintadas con vivos colores, creando un cuadro idílico digno de postal.
Pero más allá de su belleza escénica, Mittenwald es conocido por su rica herencia cultural, especialmente en lo que respecta a la artesanía y la música. Este pueblo es famoso por su tradición centenaria de fabricación de violines, una artesanía que se transmite de generación en generación. Los talleres de luthiers salpican las calles del centro histórico, donde maestros artesanos trabajan con esmero para crear instrumentos de calidad mundial que son codiciados por músicos de todo el mundo.
Se dice que los constructores de violines de Mittenwald encontraron inspiración en los patrones y la estructura de los árboles de los bosques circundantes. Observaron cómo la madera crecía de manera natural, con líneas y formas que parecían seguir ciertas leyes de armonía y proporción. Utilizando esta sabiduría natural, los luthiers de Mittenwald han creado violines de una calidad excepcional, que son reconocidos en todos el planeta.
Los amantes de la música también encontrarán en Mittenwald un paraíso para sus oídos. Cada año, el pueblo acoge el Festival de Música de Mittenwald, un evento que atrae a músicos y aficionados de todas partes. Durante este festival, las calles cobran vida con el sonido de violines, violas y violonchelos, mientras que los conciertos que se celebran en la iglesia local nos envuelven con su armonía casi celestial.
Si nos lanzamos a explorar los alrededores de Mittenwald, vamos a encontrar una gran variedad de posibilidades para realizar actividades al aire libre y disfrutar de la naturaleza. Los senderos de montaña serpentean a través de prados alpinos salpicados de flores silvestres, ofreciendo vistas espectaculares de los picos nevados y los valles exuberantes. Los más aventureros pueden embarcarse en emocionantes excursiones de escalada o descender por los rápidos del río Isar en kayak o balsa.
Pero incluso los viajeros más tranquilos encontrarán la paz y la tranquilidad en los alrededores de Mittenwald. Los lagos de aguas cristalinas invitan a nadar en verano y a practicar el patinaje sobre hielo en invierno, mientras que los pintorescos pueblos alpinos cercanos también nos ofrecen la oportunidad de sumergirnos en la vida rural bávara y degustar delicias culinarias tradicionales en acogedoras posadas.
Y es que la gastronomía de Mittenwald es un capítulo que no debemos pasar por alto. La cocina local refleja la rica tradición culinaria de Baviera, con una deliciosa variedad de platos que combinan ingredientes frescos con recetas transmitidas de generación en generación. Uno de los platos más emblemáticos de la cocina bávara que se puede disfrutar en Mittenwald es el schweinshaxe, que consiste en una pierna de cerdo asada lentamente hasta que la carne esté tierna y la piel crujiente. Este plato es una verdadera delicia para los amantes de la carne, y se sirve con acompañamientos tradicionales como chucrut, puré de patatas y salsa de cerveza.
Otro plato clásico que no se puede perder es el weißwurst, una salchicha de cerdo blanca típica de Baviera que se sirve caliente y se acompaña con mostaza dulce y pretzels recién horneados (típico pan alemán con forma de lazo). Esta salchicha se consume tradicionalmente como parte de un desayuno abundante, y es una opción popular entre los lugareños y los visitantes.
Para aquellos que buscan algo más ligero, Mittenwald ofrece una variedad de platos a base de pescado fresco de los ríos y lagos de la región. La trucha alpina, cocinada a la parrilla o al horno y servida con hierbas frescas y limón, es una opción popular que destaca por su frescura y sabor.
Y, por supuesto, ningún viaje a Mittenwald estaría completo sin probar algunos de los postres tradicionales de la región. Los strudel de manzana, hojaldres rellenos de manzanas caramelizadas y especias, son una opción irresistible para los más golosos. También se pueden encontrar una gran variedad de pasteles y tartas elaboradas con frutas frescas de temporada, como las cerezas y los arándanos de los bosques cercanos.
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