Futaleufú: Patagonia verde

Viajamos a la Región de los Lagos (Chile), a un pueblo de frontera ubicado a diez kilómetros de Argentina
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Nos encontramos en Futaleufú, que en lengua mapuche significa “río grande”. Es una comuna de la provincia de Palena, en la Región de los Lagos, en la Patagonia Chilena. Es un pueblo de frontera, ubicado a 10 kilómetros de Argentina. 

Llegada Chile

Futaleufú tiene 2.600 habitantes y, según dicen los locales, el paisaje que lo rodea fue “pintado por Dios”. Al llegar nos damos cuenta de que no es una exageración. La naturaleza se revela ante nuestros ojos en todo su esplendor. 

Futaleufú Plaza

Punto de encuentro de todos los pueblos en Chile, la Plaza de Armas de Futaleufú no es la excepción. Está rodeada de hermosos pinos, algunos asientos con vista a las montañas circundantes y un busto de Arturo Prat, héroe nacional de Chile. Es un excelente punto para comenzar nuestro recorrido por el pueblo. 

Los orígenes de Futaleufú 

Fue a principios del siglo XX que llegaron los primeros colonos a estos territorios, específicamente a la zona de Los Cipreses en territorio argentino, cuando la frontera todavía no estaba definida. Sus miembros descendían de campesinos que habían migrado hacia Argentina desde Chile central, desplazados por inmigrantes extranjeros a quienes el Estado de Chile, sin considerar a los locales, les había entregado miles de hectáreas de terreno. 

Muchos chilenos se habían visto obligados a buscar oportunidades en otras partes de la Patagonia, pero la gran mayoría no pudo encontrar un terreno donde vivir. Deambulaban buscando trabajo por las provincias argentinas de Neuquén, Río Negro y Chubut. Las tensiones entre chilenos y argentinos por los límites fronterizos empeoraron. Los chilenos que estaban en territorio argentino empezaron a sentirse explotados y discriminados. 

En territorio argentino, se creó un cuerpo especial de gendarmes llamado la “Policía Fronteriza del Sur”, que hostigaba y perseguía a los chilenos. Al saber de la existencia de tierras sin dueño, deshabitadas y cerca de la frontera, los chilenos decidieron abandonar la Argentina. Los primeros colonos que ingresaron a Chile llegaron a lugares como Alto Palena, Lago Verde y al Valle del Río Futaleufú

Una nueva vida 

Los colonos de Futaleufú vivían en medio de un conflicto fronterizo entre Chile y Argentina. En este contexto, entre los territorios disputados por ambos países, Futaleufú fue uno de los más afectados, ya que por mucho tiempo los límites no estuvieron claros. Los pioneros que llegaron enfrentaron tiempos muy difíciles, alejados de los grandes centros urbanos, soportaron las inclemencias del tiempo, se establecieron y empezaron una vida en uno de los lugares más remotos de la Patagonia chilena. 

Fue en el año 1910 cuando los colonos chilenos, luego de vivir en Argentina, decidieron regresar al territorio chileno en busca de tierras para colonizar. La fundación de Futaleufú por parte de José Felmer Pothoff en 1929 representa la “fundación” de una comuna donde el poblamiento se realizó en forma espontánea. A pesar de que los pobladores eran chilenos, carecían de vínculos formales con Chile. Un curioso artículo publicado en el Diario El Esfuerzo en el año 1934, titulaba: ““Los habitantes de Futaleufú no sabían que eran chilenos”. 

Según los relatos históricos, se dice que la primera familia en entrar al Valle de Futaleufú fue la de Ceferino Moraga, en 1912. Primero llegaban los hombres solos, con el fin de explorar los campos disponibles y de encontrar un lugar donde establecerse. Sin embargo, mantenían su trabajo y su hogar en territorio argentino. Viajaban a Chile para rozar los terrenos y delimitarlos, y en verano cruzaban de regreso para trabajar en las estancias de Esquel y Trevelin. La vida en el valle era dura: no había qué comer, y por eso tenían que alimentarse de recursos silvestres que encontraban en la zona. 

Hasta avanzado el siglo XX, Futaleufú sostuvo fuertes lazos socioeconómicos con el pueblo de Trevelin, al otro lado de la frontera, en territorio argentino. Por ejemplo, era común el uso de la moneda argentina, sumado a muchos productos de consumo masivo, que ingresaban desde Argentina. Hacia mediados de 1930 los habitantes de Futaleufú todavía no estaban completamente seguros acerca del lugar donde se encontraban. 

La vida de los colonos 

La principal tarea de los primeros colonos fue despejar los campos, debido a que la vegetación era tupida. El microclima de Futaleufú jugaba a favor: todo lo que se sembraba crecía, papas, trigo, avena y otros cereales entregaban fácilmente sus frutos. Con el tiempo criarían vacunos y ovinos, base del sustento de estos gauchos arrieros, que transportaban sus animales por las montañas para venderlos en Argentina. 

Las primeras viviendas se hicieron de palos amordazados y techo de canoga, unos tablones con forma de canoa, y por eso a las casas les decían ‘canagones’. Tenían un espacio para la cría de aves de corral, para una huerta de hortalizas y una quinta con árboles frutales. No había agua potable ni electricidad, se suplían en arroyos cercanos o de pozos abiertos a pala, y se alumbraban con el fogón de las casas o con candiles con grasa de chicharrón, encendidos con brasas: no llegaban, todavía, ni las velas ni el kerosene. 

Tampoco había hospitales, las enfermedades más comunes se trataban con una mezcla de hierbas naturales que curaba, dolores de estómago, de cabeza y la fiebre. Los bebés nacían en las casas de los colonos, sin ayuda de doctores. No había escuelas, por lo que la educación venía de la enseñanza directa, del saber de los vecinos o familiares, especialmente de los ancianos. 

Futaleufú se fundó oficialmente en el año 1929, luego de más de una década sin autoridades ni reconocimiento estatal. Un grupo de pobladores dirigidos por Froilán Jélvez, buscaba que el pueblo de Futaleufú fuera reconocido como chileno. Gracias a este esfuerzo, y a que la petición fue escuchada, los primeros representantes de las instituciones públicas comenzaron a llegar al Valle de Futaleufú. A cada matrimonio se le entregó 600 hectáreas de terreno. 

Con el paso del tiempo, Futaleufú dejó de estar aislado del resto de Chile. El transporte aéreo y la construcción de una pista de aterrizaje contribuyeron a conectar al pueblo con el territorio nacional. Los propios colonos comenzaron a construir la pista en 1953, con yuntas de bueyes para arrastrar troncos y piedras, así como palas, hachas y comida hecha por los vecinos. Con la llegada de los aviones, el transporte de personas y el comercio se hizo mucho más expedito. 

En el año 1982, Futaleufú se conectó con la localidad de Chaitén, sin embargo, es sólo a fines de esa década que aparece el primer transporte público terrestre en el valle, uniendo ambas localidades. Gracias a la construcción de la Carretera Austral en 1985, mejoró también la conexión con el resto de Chile. 

Rafting y paisajes sublimes 

El pueblo es conocido a nivel mundial por el río Futaleufú, de los tres mejores ríos del mundo para hacer rafting y kayak. Sus aguas color turquesa, sus bosques nativos, sus impactantes cerros y sus aguas hacen que sea un destino elegido por los amantes de la aventura. El río nace de los deshielos de la cordillera de los Andes, cruzando la comuna en su viaje hacia el océano. Enorme y torrentoso, es como un habitante más, el más antiguo de todos, junto con los otros ríos y lagos cordilleranos. 

Río Futaleufú

Al estar rodeado de montañas, existen varias opciones de miradores para poder disfrutar las vistas del pueblo. La mayoría de las montañas tienen nieve en la cumbre, incluso durante los meses de verano. 

El Mirador Cerro La Bandera es un trekking de aproximadamente 40 a 60 minutos desde el centro del pueblo. En la cima de la montaña hay una bandera chilena flameando. El mirador nos ofrece una vista completa de Futaleufú y los alrededores. 

Paso Internacional Río Futaleufú

Otro de los miradores cercanos al pueblo, es el Mirador de la Virgen, también conocido como La Gruta, al cual se accede por medio de una escalera. Desde arriba es posible observar el pueblo, sus casas típicas de la Patagonia. Saliendo de Futaleufú y rodeando la Laguna Espejo, es posible acceder el Cerro El Mirador Torre del Agua. La ruta comienza rodeando parte de la laguna y continúa subiendo hacia este punto de observación, desde ahí es posible ver buena parte del poblado, la laguna y las montañasCerro La Bandera y Piedra del Águila. 

Atractivos en Futaleufú y la región 

Laguna Espejo 

Laguna Espejo

Viajando por la ruta que conduce a la frontera con Argentina, a la salida de Futaleufú, es posible encontrar La Laguna Espejo, un lugar donde los cerros se reflejan en las claras aguas y es posible pasear en botes. Además, existe un camino que bordea completamente su ribera, donde es posible realizar agradables paseos a pie, a caballo o en bicicleta. 

Reserva Nacional Futaleufú 

Reserva Nacional Futaleufú

Con una extensión de 12.000 hectáreas, esta área protegida a nivel nacional contiene bosques vírgenes siempre verdes y es el hogar de variada fauna silvestre, incluyendo el Venado Sur Andino. Forma parte de la Reserva de la Biósfera Bosques Templados Lluviosos de los Andes Australes. Se ubica en la comuna de Futaleufú, al sur oriente del río del mismo nombre, a 150 kilómetros desde la ciudad de Chaitén, capital de la provincia de Palena. La especie de mayor relevancia para la reserva es el huemul, especie heráldica y endémica del sur de Chile y Argentina que actualmente figura como especie en peligro. 

Río Espolón 

Río Espolón

Este río se caracteriza por el gran caudal y el color esmeralda de sus aguas.  Es un río correntoso, típico de los valles montañosos de esta zona de la Patagonia Chilena. Lo cruzan varias pasarelas de madera por donde se puede transitar de un punto al otro. 

Lago y Glaciar Yelcho 

Lago Yelcho

El lago Yelcho se encuentra a 92 kilómetros de Futaleufú y 46 kilómetros al sur de Chaitén. Este lago es uno de los más visitados por grupos de pescadores y familias que desean disfrutar de sus aguas y de su entorno. Este lago es de origen glaciar y sus aguas son de color verde esmeralda. Recibe las aguas del río Futaleufú y desagua sus aguas en el río Yelcho, el cual desemboca en el océano Pacífico. 

El lago es conocido a nivel mundial por la pesca deportiva. El puente colgante que atraviesa el río Yelcho, se enmarca como una postal particular del lugar, así como también el Glaciar Yelcho, ubicado a 4 kilómetros del puente colgante en dirección sur. En este lugar existen sitios de picnic y un sendero que conduce al Ventisquero (Baja dificultad).

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