Nos dirigimos hacia la tierra de los mil lagos, los bosques interminables y las auroras boreales. Estamos en Finlandia, una joya nórdica que nos recibe con su increíble belleza natural, un lugar donde la naturaleza es la reina indiscutible. En Finlandia, el invierno se viste de blanco creando un escenario idílico, mientras que el verano despierta la vida en todas sus formas, regalando días interminables y noches que parecen negarse a caer en la oscuridad.
La búsqueda de nuestro destino nos lleva a Savonlinna, una ciudad pintoresca y acogedora situada a unos 330 kilómetros al noreste de la capital, Helsinki. Esta encantadora localidad, cuyo nombre se traduce como "Fortaleza de Savonia", se erige a orillas del lago Saimaa, el más grande de Finlandia y el cuarto más grande de Europa.
En el corazón de la ciudad de Savonlinna nos encontramos con nuestro protagonista: el castillo de Olavinlinna. Construido en el siglo XV, este majestuoso castillo de tres torres es un monumento a la resistencia y al paso del tiempo. Estamos ante la fortaleza de piedra medieval más al norte del planeta.
Esta imponente fortaleza toma su nombre de San Olaf, un rey y mártir noruego del siglo XI que desempeñó un papel significativo en la cristianización de Noruega. Su figura se convirtió en un símbolo venerado, y varios lugares en el norte de Europa adoptaron su nombre en homenaje a su legado.
El castillo, rodeado por el lago Saimaa, parece emerger de sus aguas. Sus muros de piedra grisácea nos cuentan historias de caballeros y doncellas que alguna vez deambularon por sus pasillos. Las tres torres del castillo, llamadas Pikkutorni, Vaasantorni y San Olaf, dan testimonio de la arquitectura militar de la época y ofrecen una vista panorámica impresionante de los alrededores.
En el interior del castillo, las salas y pasillos nos revelan la vida cotidiana de aquellos que lo habitaron, desde los nobles hasta los sirvientes. Es un placer explorar todos sus rincones, en especial aquellos más destacados, como la sala del rey, la capilla y la sala del tesoro.
Esta majestuosa construcción ha sido testigo de asedios y batallas a lo largo de los siglos, resistiendo con valentía las inclemencias del tiempo y los embates de la guerra. La fortaleza ha pasado por manos suecas y rusas, y su historia se entreteje con la historia misma de Finlandia.
Hoy en día, el castillo de Olavinlinna no solo es un museo vivo que transporta a los visitantes a la Edad Media, sino que también alberga el famoso Festival de Ópera de Savonlinna. Este evento anual, celebrado en el patio del castillo, combina la majestuosidad de la música clásica con el telón de fondo imponente de las antiguas murallas.
Llega el momento en el que hemos de dejar atrás el imponente castillo de Olavinlinna. Con cada paso fuera de sus murallas, llevamos con nosotros el eco de los tiempos antiguos, recordándonos que, en el norte de Europa, entre bosques frondosos y lagos interminables, se erige una fortaleza que desafía al tiempo y nos invita a perdernos en la magia de su historia.
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