​El palacio Laxmi Vilas, una monumental joya arquitectónica en Vadodara

Nuestros pasos nos llevan hasta la India, un país que cautiva con su rica historia, arquitectura fascinante y una cultura que se desborda en colores y tradiciones. Nuestro destino se encuentra en Vadodara, también conocida como Baroda, una ciudad ubicada en el estado de Guyarat, en el oeste de la India. La ciudad se sitúa a orillas del río Vishwamitri, lo que le confiere una ubicación estratégica y pintoresca. 

Cabe destacar que Guyarat es el sexto estado más grande de la India y cuenta con una diversidad geográfica que abarca desde la región costera hasta zonas montañosas e interiores. 

Vadodara, con sus dos millones de habitantes, es un importante centro cultural, histórico y económico en la región. Es en esta urbe india donde encontramos a nuestro protagonista: el palacio Laxmi Vilas, también llamado el palacio del Maharajá, una monumental joya arquitectónica que impone al ser contemplarla. 

El nombre de este palacio hace referencia a una diosa venerada en la tradición hindú llamada Lakshmi o Laxmi. Esta deidad simboliza la belleza, la gracia y la abundancia, y suele identificarse con la buena suerte. 

El palacio Laxmi Vilas, la magnífica construcción que domina el horizonte de Vadodara, fue construido en 1890 como la residencia privada del maharajá Sayajirao Gaekwad III. Este espectacular edificio, que tardó casi doce años en completarse, es un testimonio de la opulencia y el esplendor que caracterizaba a la India principesca de antaño. Hoy en día, continúa siendo la residencia de la familia real, aspecto que le agrega un toque de autenticidad a su majestuosidad. 

Ubicado en un terreno que abarca cuatro veces el tamaño del Palacio de Buckingham, el palacio Laxmi Vilas se presenta como un monumento de proporciones colosales. Sus imponentes cúpulas, intrincadas esculturas y detalles arquitectónicos meticulosamente elaborados reflejan la rica herencia artística de la India. 

Al adentrarnos en el palacio, nos maravillamos con sus salones decorados con opulentos tapices, exquisitos frescos y lujosos muebles que narran historias de la época dorada de los maharajás. Los visitantes tenemos la oportunidad de explorar las diversas salas temáticas que ofrecen una visión única de la vida real en el palacio. Desde la sala de Manki hasta la sala de Darbar, cada espacio cuenta una historia de la tradición real india. 

Los jardines del palacio son un oasis de serenidad, donde fuentes danzantes, esculturas ornamentadas y una exuberante vegetación crean un entorno que invita a la reflexión y la admiración. Paseando por estos jardines nos sumergimos en un mundo de belleza y elegancia, lejos del bullicio de la vida moderna. 

Una curiosidad que añade un toque especial al Palacio Laxmi Vilas es la presencia de un museo dentro de sus muros. Este museo alberga una colección ecléctica de artefactos, retratos y recuerdos que ilustran la historia fascinante de la familia real y la evolución de Vadodara a lo largo de los años. 

La magnificencia de este palacio va más allá de su arquitectura y su decoración. Es un testimonio viviente de la grandeza de la India antigua y un recordatorio de la importancia de preservar la rica herencia cultural del país. El palacio Laxmi Vilas no solo es una visita obligada para los amantes de la historia y la arquitectura, sino también para aquellos que buscan sumergirse en la esencia misma de la India real. 

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Autor de las imágenes: Ruben Barbera