Menorca es todo un paraíso al alcance de la mayoría. En tan solo tres días podremos disfrutar de todos los encantos que esconde esta isla. Se ha convertido en uno de los destinos ideales tanto para descansar en sus paradisiacas playas como para realizar visitas culturales. Y para que nos dé tiempo a conocerlo todo, lo más aconsejable sería moverse en un coche de alquiler.
Se trata de aprovechar el tiempo al máximo y de llegar a todos aquellos rincones que nos hemos propuesto conocer. Es importante ir con las ideas claras y con todo organizado de antemano.
Primer día en Menorca: visitar Mahón
La primera jornada en tierras menorquinas nos llevará hasta Mahón. Este municipio de apenas 30.000 habitantes se sitúa en el suroeste de la isla y presume de contar con uno de los puertos naturales más grandes del mundo. Por cada rincón desprende historia y encanto, con unos cuantos lugares imprescindibles.
Casco Histórico de Mahón
El casco histórico de Mahón se ubica sobre un acantilado con unas vistas espectaculares al puerto. Ofrece al visitante espacios y edificios singulares, además de distintas terrazas y locales de hostelería para comer o cenar.
Fuerte de Marlborough
El fuerte de Marlborough es uno de los lugares imprescindibles durante tu visita a Mahón. Se encuentra situado en la Cala de Sant Esteve, en la localidad de Es Castell. Durante la visita se llega a crear un viaje en el tiempo hasta la época en la que sufrió distintos asedios en el siglo XVIII. La primera parte del recorrido nos llevará hasta las galerías subterráneas, para a continuación seguir por el foso, y finalmente alcanzar la parte superior, desde donde se aprecia la zona histórica del puerto.
Puerto de Mahón
El Puerto de Mahón de adentra en la isla por medio de una brecha costera de algo más de cinco kilómetros de costa. Esto hace que sea el segundo puerto natural más grande del mundo. Desde cualquier punto elevado de la ciudad se puede contemplar.
Se trata de un espacio perfecto para pasear, pero también para deleitarse con las tiendas, bares y restaurantes que encontraremos durante el paseo, lo que demuestra que es un sitio con mucha vida. Otra manera de conocerlo es a través de una excursión en barco.
Parque Natural de S’Albufera des Grau
El Parque Natural de S’Albufera des Grau fue declarado parque natural en 1995, siendo la culminación de un proceso de conservación de muchos años. Abarca un total de 5.100 hectáreas, acogiendo zonas húmedas, sistemas dunares, bosques de acebuches, praderas de fanerógamas marinas e islotes costeros.
Segundo día en Menorca: disfrutar de las Calas
El segundo día en Menorca servirá para desconectar. Nos acercaremos a cualquiera de las calas que esconde la isla, de aguas turquesas, bosques salvajes y estampas que hacen de ellas auténticos paraísos.
Cala Macarella
Cala Macarella es una de las más famosas de Menorca. El azul turquesa de sus aguas la convierten en una de las postales de referencia de la isla. Se trata de una visita obligada que merece la pena aunque en temporada alta se encuentre abarrotada. Muy próxima a ella también se encuentra la Macarelleta.
Cala Galdana
Una de las calas más extensas de Menorca la encontramos en Cala Galdana. Encontraremos un ambiente más familiar, con posibilidad de contar con todo tipo de comodidades, como chiringuitos, tiendas o tumbonas.
Cala Turqueta
Sus aguas azules y su fina arena hacen que a Cala Turqueta se le compare con el Caribe. Pero en realidad no le tiene nada que envidiar. Se encuentra escondida entre pinos, y pese a ser virgen, dispone de servicio de socorristas y baños, con un chiringuito en el aparcamiento que está a 10 minutos andando.
Tercer día en Menorca: explorar la Ciutadella
Recorrer Ciutadella será el plan para el tercer día en Menorca. En un recorrido por sus calles y rincones disfrutaremos de sus palacios y casas aristócratas, mercados, negocios de artesanía y terrazas con mucha vida. Es una ciudad con luz propia que te sorprenderá.
Catedral de Santa María
La catedral de Santa María de Ciutadella, declarada Bien de Interés Cultural, está considerado uno de los referentes arquitectónicos de las islas Baleares. Se levantó en 1287 por orden del rey Alfonso III tras conquistar la isla a los musulmanes. Nos encontramos con una magnífica construcción de estilo gótico que cuenta con una sola nave rematada por una bóveda de crucería y que presenta capillas laterales entre los contrafuertes.
Can Saura, Museu de Ciutadella
Este museo cuenta con una amplia colección de elementos etnológicos, además de un importante fondo de carácter arqueológico, en donde destacan las colecciones de materiales recuperados de la Cueva de Càrritx y Cuevas des Mussol. Se sitúa en una antigua casa nobiliaria construida entre finales del XVII y principios del XVIII.
Castillo de San Nicolás
El Castillo de San Nicolás o Sant Nicolau se encuentra ubicada en la boca del puerto de Ciutadella. Es una torre de defensa costera que se levantó a finales del siglo XVIII por orden de los españoles ante los numerosos ataques que sufría la isla. Un foso se encarga de proteger su perímetro, destacando sobre todo las esculturas barrocas que adornan la fachada. Se puede visitar gratuitamente
El puerto de la Ciutadella
El puerto de Ciutadella no puede compararse en dimensiones con el de la capital, pero no tiene nada que envidiarle en cuanto a elegancia. Está en la parte oeste de la isla de Menorca y presenta una longitud de 1.170 metros. Presume de ser uno de los sitios más visitados y con más magia de la isla. Por la noche se convierte en un lugar iluminado que nos permitirá disfrutar de sus terrazas, restaurantes o simplemente de un paseo por el entorno.
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