Cinco planes alternativos en Malta

Existe un pequeño país mediterráneo con resonancias británicas que bien merece una visita, tanto por la espectacularidad de sus vistas, como por la amabilidad de su gente o por las muchas actividades que allí se pueden realizar. Malta es, sin duda, un destino que hay que conocer y disfrutar al menos una vez en la vida. De las tres islas que lo componen, Malta, Gozo y Comino, la mayor es la que le pone su nombre al conjunto, así como la más popular, sin embargo, las otras dos guardan secretos y bellezas indiscutibles.

Además de disfrutar de su costa y entornos naturales, estas son otras actividades que también se pueden llevar a cabo en este país.

1.  Aprender inglés

Las academias de inglés en Malta tienen un reconocimiento internacional gracias a la calidad de sus clases, motivo principal por el que es uno de los destinos referentes para estudiar este idioma fuera de casa. Así mismo, es un país muy económico en comparación con otros que también se eligen para estudiar inglés, como Irlanda, Canadá, Estados Unidos o Inglaterra.

El inglés es una de sus lenguas oficiales, por lo que se podrá practicar diariamente una vez se sale de las aulas. Es una isla con una gran vida juvenil y estudiantil, con una gran oferta de ocio y con una ambiente seguro y animado.

2.  Visitar la Gruta Azul

Si existe un lugar mágico, paradisiaco y realmente espectacular que no hay que perderse al viajar a Malta esa es la Gruta Azul. Se trata de uno de los escenarios elegidos para la película Troya, una maravilla natural con forma de acantilado singular y aguas de un intenso color turquesa. El conjunto de cuevas marinas que la conforman toma el nombre genérico de Gruta Azul.

3.  Tour en Jeep por Gozo

No solo Malta merece conocerse, la isla de Gozo también ofrece un plan perfecto y alternativo. Se recomienda alquilar un jeep y visitar su capital Victoria, la Citadela y sus muchos museos, la parte noroeste con Dwejra y su derruida Ventana Azul, la Roca de los Hongos, el mar interior o el agujero azul, la Basílica de Ta´Pinu, las salinas de Marsalforn o la bahía de Rambla, entre otros lugares para bañarse y disfrutar de un mediterráneo semisalvaje.

4.  La Valeta y su comida callejera

La capital de Malta es pequeña, pero tiene tesoros imprescindibles que hay que conocer, como por ejemplo el Forto St. Elmo, el St John,s Co-cathedral y el Museo, el St Paul´s Anflican Pro-cathedral, Auberge de Castille, el Museo Nacional de Arqueología, el Grand Master,s Palace y el Museo de Armoury, la casa Rocca Piccola o los jardines Upper Barrakka. Sitios que adquieren otra dimensión cuando se van probando algunos de los manjares de los puestos callejeros que se ofrecen a los turistas, no hay que dejar de probar los tradicionales pastizzi, el ftira biz-zejt, el Gozitan ftira o la crema Bigilla.

5.  Un crucero para conocer sus puertos más tradicionales

Otra de las actividades alternativas más entretenidas e interesantes que se pueden hacer en Malta es un crucero de un solo día para ver las ciudades y las fortalezas históricas desde la perspectiva del mar, además de conocer la historia de la isla y navegar por el Gran Puerto y el puerto Marsmxett, dos de los más importantes.

Otros planes interesantes son recorrer sus bodegas y realizar catas de vino, asistir a una fiesta en barco, llevar a cabo un tour por templos históricos (3150 antes de nuestra era), un tour ecológico por Comino o visitar la ciudad fake de Popeye.