México nos espera. En esta visita vamos a descubrir buena parte de su esencia original. Nos acercamos a una impresionante zona arqueológica situada a unos cuarenta kilómetros de distancia de Ciudad de México, la capital del país. Nuestros pasos nos llevan hasta una de las urbes más grandes e importantes del mundo precolombino, un lugar que en la actualidad se ha convertido en un destacado destino turístico y en un punto de gran interés histórico y cultural. Estamos a punto de descubrir Teotihuacán.
La zona arqueológica de Teotihuacán ocupa una superficie de más de ochenta kilómetros cuadrados, aunque la mayor parte de los monumentos y estructuras se concentra en un área mucho más reducida, de alrededor de 20 kilómetros cuadrados.
Esta magnífica ciudad fue construida alrededor del año 300 a.C. en un valle rodeado de montañas y colinas, y muy pronto se convirtió en una de las ciudades más grandes y poderosas de Mesoamérica, especialmente en su época de mayor esplendor, entre los siglos I y VII d.C.
Los teotihuacanos fueron los antiguos habitantes de este punto del planeta y, según los especialistas, se cree que fueron una sociedad compleja y jerarquizada, con una economía basada en la agricultura, el comercio y la producción de artesanías. Además, fueron grandes constructores y arquitectos, como lo demuestran las impresionantes estructuras que levantaron en Teotihuacán. También eran muy hábiles en el arte y la cerámica, especialmente en la creación de objetos como máscaras, figurillas y urnas funerarias.
En el corazón de la zona arqueológica se encuentran las principales estructuras monumentales que construyeron los teotihuacanos, como las Pirámides del Sol y de la Luna, el Templo de Quetzalcóatl y la Calzada de los Muertos. También hay numerosos patios y plazas, así como pequeñas pirámides y edificios residenciales.
La Pirámide del Sol, sin duda una de las grandes atracciones del lugar, es la estructura más grande de Teotihuacán y una de las pirámides más grandes de Mesoamérica. Se cree que fue construida alrededor del año 200 d.C. Tiene una altura de más de sesenta metros y en su cima se puede disfrutar de una vista panorámica impresionante de la zona arqueológica. Por su parte, la Pirámide de la Luna es algo más pequeña, pero no por ello menos impresionante.
El Templo de Quetzalcóatl, también conocido como el Templo de la Serpiente Emplumada, es una estructura piramidal ubicada en la parte sur de la ciudad. Fue construida alrededor del año 200 d.C. y es famosa por sus relieves con representaciones de la deidad Quetzalcóatl.
En cuanto a la Calzada de los Muertos, otro de los espectaculares espacios del sitio arqueológico, es una enorme avenida de casi cuatro kilómetros de longitud que atraviesa la ciudad de norte a sur. Se cree que era la vía principal y que estaba flanqueada por numerosos edificios y templos. Hoy en día es una de las principales atracciones turísticas de Teotihuacán y es posible recorrerla caminando.
Para los amantes de la aventura, Teotihuacán ofrece una gran variedad de actividades emocionantes. Una de las más populares es subir a la cima de la pirámide del Sol o de la pirámide de la Luna. La escalada puede ser un desafío, especialmente para aquellos que no están acostumbrados a la altitud o al clima cálido y seco de la zona, pero la vista desde lo alto es impresionante y vale la pena el esfuerzo.
Otra actividad popular en Teotihuacán es volar en globo aerostático sobre la ciudad. Esta es una forma única y emocionante de experimentar la belleza y majestuosidad de la ciudad desde una perspectiva diferente. Los vuelos en globo aerostático ofrecen vistas panorámicas increíbles de las pirámides, los templos y de la ciudad en su conjunto.
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