Bosnia y Herzegovina es un país que cuenta con una gran riqueza cultural e histórica. A pesar de esto, es relativamente poco visitado por el turismo en comparación con otros destinos europeos más populares. Esto se debe en parte a los efectos de la guerra que en los años 90 hubo en el país, que desalentaron a muchos visitantes potenciales. Sin embargo, en los últimos años, Bosnia y Herzegovina ha ido ganando popularidad como destino turístico, gracias a su rica historia, su arquitectura única, sus paisajes naturales impresionantes y la hospitalidad de su gente. Ciudades como Sarajevo y Mostar han visto un aumento en la llegada de turistas, y la región de Herzegovina, donde se encuentra nuestro destino, se ha convertido en un lugar cada vez más popular para hacer turismo rural y de aventura.
Visitamos Blagaj, una pequeña ciudad situada al sureste de Sarajevo, la capital de Bosnia y Herzegovina, y ubicada muy cerca de Mostar. Blagaj es una bella población, de unos seis mil habitantes, que se encuentra a orillas del río Buna y es especialmente conocida por los impresionantes paisajes naturales que la rodean y por su histórico monasterio derviche.
El monasterio derviche en Blagaj es, sin lugar a dudas, una de las imágenes más emblemáticas de la población y una de sus atracciones turísticas más populares. Se trata de un edificio de estilo otomano construido alrededor de una cueva natural y situado en la desembocadura del río Buna. El monasterio ha sido un centro de la cultura sufí en Bosnia durante siglos y los visitantes pueden explorar sus habitaciones, jardines y el lugar de culto donde se lleva a cabo la ceremonia de la danza giratoria conocida como Sama. Este tipo de danza se utiliza como una forma de meditación y adoración. Durante la Sama, los monjes giran alrededor de su eje mientras recitan himnos sagrados.
Los monjes derviches son miembros de una orden sufí dentro del Islam, que se dedica a la meditación y la contemplación. Visten atuendos humildes y renuncian a los placeres mundanos.
Otro de los grandes atractivos de Blagaj es el río Buna, un río de montaña que fluye a través de la población y es famoso por su bella cascada y por el color azul turquesa de sus aguas. Uno de los pequeños placeres que ofrece es el paseo en bote para disfrutar de las vistas panorámicas de los acantilados y los bosques que lo rodean. También son habituales las actividades acuáticas, como la natación y la pesca.
Lo cierto es que la pequeña localidad de Blagaj cuenta con un entorno de naturaleza privilegiada. Está envuelta por un fascinante paisaje natural repleto de montañas, bosques y lagos. El senderismo o los recorridos en bicicleta son una estupenda opción para descubrir toda esta belleza natural. También es muy recomendable hacer turismo rural en las aldeas cercanas a Blagaj, para conocer la vida tradicional de Bosnia y disfrutar de la hospitalidad local.
De vuelta a la población, no hemos de olvidar acercarnos hasta la fortaleza de Stjepan-Grad. Está situada en una colina a las afueras de Blagaj. Es una construcción medieval muy bien conservada que ofrece unas hermosas vistas panorámicas de la ciudad y el río. La fortaleza fue levantada en el siglo XV y es un buen lugar para explorar la historia de la región.
Antes de abandonar este bonito destino, resulta muy buena idea acercarse hasta la ciudad de Mostar. Se encuentra a poco más de diez kilómetros de Blagaj, y ofrece una magnífica oportunidad para conocer su famoso puente de piedra. Recordemos que el puente de Mostar es uno de los lugares más fotografiados de Bosnia y Herzegovina. Declarado Patrimonio de la Humanidad, es uno de los monumentos históricos más conocidos de la antigua Yugoslavia.
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