Ruta de 15 días en coche por Europa

Una de las cientos de rutas fascinantes que pueden hacerse por el Viejo Continente
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Recorrer Europa en coche es una de las mejores formas de conocer el Viejo Continente. De forma económica, sin tener que limitarse tan solo a grandes ciudades, se puede organizar un viaje a medida de los intereses del viajero. Asimismo, es la forma más cómoda y libre de acceder a parajes fascinantes y pueblos pintorescos, a los que es difícil acceder en transporte público. Esta que se presenta a continuación es una de los cientos de posibilidades de rutas fascinantes posibles para hacer por Europa.

Aquellos que van a recorrer Europa en coche por primera vez, es normal que tengan dudas sobre qué incluir en su itinerario, y es que hay tantas ciudades y rincones hermosos por descubrir, que no habrá tiempo para verlos todos. No obstante, esta es una selección perfecta para empezar, con algunas paradas imprescindibles, de las más bonitas, famosas y sorprendentes. 

Primera parada, Sevilla (2 días) 

Considerada como una de las ciudades más bonitas y con más encanto de toda Europa, y la más atractiva del sur de este continente, un lugar mágico con gente amigable, entrañable y llena de alegría. Será por el olor a azahar en primavera o por el buen ambiente que se respira, pasear por su casco antiguo y disfrutar de sus tapas es una excelente forma de comenzar esta ruta. 

Entre las cosas que ver en Sevilla, no se puede dejar de visitar su Catedral, el templo gótico más grande del mundo y el tercero católico después de San Pedro del Vaticano y San Pablo de Londres. Como curiosidad, aquí se encuentra enterrado Cristóbal Colón. Merece la pena subir a La Giralda, la Torre Campanario de la Catedral, con casi 100 metros de altura y contemplar la ciudad. 

Otras paradas ineludibles son el Real Alcázar de Sevilla y la Plaza de España, esta última ha sido escenarios de películas como la Guerra de las Galaxias o Juego de Tronos. 

Segunda parada, Lisboa (2 días) 

De Sevilla a Lisboa, unas 5 horas de trayecto incluyendo dos paradas de 15 minutos para estirar las piernas. La capital de Portugal es la segunda más antigua después de Atenas y se puede conocer perfectamente en dos días. Aunque, como cabe suponer, hay una gran cantidad de lugares que visitar y siempre se quedarán algunos en el tintero, la excusa perfecta para programar una nueva escapada y volver. 

En el primer día, se deberá reservar la mañana para visitar el barrio Alto, Chiado y Plaza de Comercio, la Alfama por la tarde y el Mirador de San Pedro por la noche. En segundo día, para Belén: torre, monasterio de los Jerónimos, monumento a los Descubridores y cafetería Pastéis de Belém como vistas obligadas. 

Tercera Parada, Andorra la Vella (1+2 días) 

Como la distancia a recorrer es mayor en esta ocasión, se dedica todo un día al desplazamiento. No por eso tiene que ser menos divertido, pues ofrece la oportunidad de ir haciendo paradas y nuevos descubrimientos. 

Una vez que se llegue a la capital del principado de Andorra, los planes son numerosos. Una ruta por las iglesias románicas es una excelente opción para el primer día, pues en todo el pequeño país hay 44 iglesias del sigo VIII y XIII que se conservan en perfecto estado. 

El segundo día puede destinarse a la ciudad, Andorra la Vella, para pasear por sus calles, hacer algunas compras en la Avenida Meritxell, visitar algunos de sus rincones más emblemáticos, como el Reloj de Dalí y el Museo Thyssen

Cuarta Parada, París (1+3 días) 

Como también se trata de un viaje largo, se reserva un día para el desplazamiento de una ciudad a otra, haciendo paradas en ruta donde se desee. A esta ciudad se le dedica más tiempo, sin lugar a dudas todas se lo merece, pero a estas alturas del recorrido es posible que el cuerpo esté cansado y se desee ir con más calma. 

En Paris, la ciudad del amor por excelencia, los planes son incalculables, pero algunas recomendaciones son las siguientes. Para el primer día: Museo del Louvre, Ópera de París, Galeries Lafayette, Arco del Triunfo, Campos Elíseos, Montmartre y Basílica del Sacré-Cœur. Para el segundo día: Trocadero, Torre Eiffel, Campo de Marte, Paseo en barco por el Sena, Los Inválidos, Catedral de Notre Dame, Panteón y Torre Montparnasse

Después de esta experiencia, seguro que quedarán muchas ganas de volver para conocer la capital francesa de una forma más pausada y relajada. 

Quinta parada, Berlín (1+3 días) 

Con unos cuantos de kilómetros ya en las espaldas, otro día de trayecto y a disfrutar de Berlín, una ciudad que siempre supera las expectativas de los viajeros. Recorrer la capital alemanda, en parte, es rememorar una de las etapas históricas más oscuras del pasado reciente. La segunda guerra Mundial, el holocausto judío o las historias personales que se vivieron en una ciudad donde la vida que durante años estuvo separada por un muro. La mejor forma de entender todo esto, es mediante varios tours guiados, en los que se conocerán los lugares más representativos de la ciudad. 

Recomendación final 

Por último, hacer una ruta en coche por Europa es un plan fascinante, pero no hay que dejar que ningún imprevisto lo arruine. El tiempo dedicado, la ilusión en este proyecto viajero, el dinero invertido… hay que asegurarse de salvaguardar esta experiencia. En este sentido, no solo con un seguro de salud o la tarjeta sanitaria internacional, sino también hay que echar un buen vistazo al seguro del coche, ver qué cláusulas y coberturas incluye, pues en caso de avería o sufrir algún accidente, es mejor tener las espaldas cubiertas. No obstante, no hay de qué preocuparse, contratar seguro de coche barato online con coberturas a nivel europeo es posible. 

Y ahora sí, ¡buen viaje!

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