Nuestros pasos nos llevan hasta China, un país con más de nueve millones de kilómetros cuadrados de extensión repletos de grandes atractivos naturales y paisajes diversos. En esta ocasión visitamos la provincia de Sichuan. Buscamos un destino situado a unos 150 kilómetros de distancia de Chengdu, la capital de la región, una gran urbe de más de dieciséis millones de habitantes, y un importante centro cultural, económico y político en el suroeste de China.
Nuestro objetivo es el Parque Nacional Huanglong, un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza. El parque es un territorio repleto de bosques, cascadas, lagos de aguas cristalinas y una rica vida silvestre. Sin embargo, su gran popularidad, y el motivo de haberse convertido en uno de los principales destinos turísticos de China, se lo debe a la presencia de unas espectaculares piscinas naturles que dibujan un paisaje fascinante: las terrazas de travertino.
Estas terrazas o estanques son formaciones geológicas modeladas por la erosión a lo largo de miles de años que contienen agua en su interior. El parque cuenta con más de tres mil terrazas famosas por sus brillantes colores y bellas formas. Se extienden a lo largo de más de tres kilómetros de largo y varían en tamaño y forma. Las hay pequeñas y redondeadas, mientras que otras son grandes y planas. Su aspecto nos recuerda a las conocidas terrazas de Pamukkale, en Turquía.
Los estanques del Parque Nacional Huanglong también presentan algunos pequeños saltos de agua, pequeñas cascadas que se fluyen a través de las terrazas, dibujando un escenario bellísimo.
Es una experiencia apasionante caminar por las pasarelas que serpentean a través de las terrazas de travertino, pues permite una vista completa de la belleza del lugar, disfrutando de un paisaje salpicado de cascadas, pozas cristalinas y arroyos de montaña.
El parque también cuenta con una gran variedad de senderos que animan a explorar su belleza natural. Varían en longitud y en dificultad. Los hay para todos los gustos y edades, y en muchos casos atraviesan densos bosques de coníferas y abetos. También es habitual encontrar a lo largo del camino algunos de los animales que residen en el parque: monos, ciervos y pandas rojos, entre otros muchos, además de numerosas aves.
Antes de abandonar el parque, sería imperdonable no visitar otra de sus grandes atracciones: el lago del Cielo, un lago de montañas situado en lo más alto del lugar. Es famoso por su agua cristalina y sus impresionantes vistas de las montañas que lo envuelven. La caminata hasta el lago puede llegar a ser algo agotadora, por lo que también existe la opción de tomar un teleférico que nos lleve hasta este hermoso cuerpo de agua.
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