Apostar por un destino sostenible, innovador, accesible e inclusivo para cuidar de todos y cada uno de los visitantes que elijan a Benicàssim como su destino vacacional es el plan de una ciudad con unos puntos fuertes privilegiados y que hace de ellos su carta de presentación. Naturaleza, parajes cautivadores, playas accesibles, aire limpio, cultura, historia, gastronomía... Todo lo necesario para que Benicàssim se convierta en el lugar en el que perderte en cualquier época del año y consigas emocionarte con cada uno de sus rincones, secretos y experiencias adaptados a todo tipo de público.
Benicàssim pone en marcha de manera oficial su campaña ‘Benicàssim, Cuidamos de ti’, con la que pretende ser un destino preferente durante todo el año ofreciendo un amplísimo catálogo de actividades, productos y experiencias que lleguen a todo tipo de público: familias, parejas, tercera edad, viajeros individuales, deportistas, etc. Con una marcada apuesta por una ciudad saludable, sostenible, innovadora e inclusiva, Benicàssim quiere definir un modelo de desarrollo turístico capaz de generar un proyecto de crecimiento con perspectivas de futuro; que involucre al conjunto de la población, aumentando su calidad de vida; y que garantice la conservación del entorno (urbano y natural), materia prima del desarrollo del destino turístico.
Siete kilómetros de costa, cinco playas urbanas: Voramar, Almadraba, Torre San Vicente, Els Terreres y Heliopolis. Todas ellas con bandera azul, con cerca de 80 accesos directos y pasarelas, áreas de recreo y juegos, servicio de salvamento y socorrismo, además de servicios con material y personal especializado, hacen de Benicàssim un destino de playa para todo el mundo.
Pero no es la costa el único aliciente de Benicàssim. Cuenta con el parque natural más extenso de toda la Comunidad Valenciana. El Parque Natural del Desierto de las Palmas es una superficie protegida de 3.200 hectáreas, un verdadero pulmón verde coronado por el pico del Bartolo, de 729 metros de altitud, que ofrece unas postales sobrecogedoras y unas vistas que cautivan a quienes visitan el parque.
Las formas de descubrirlo son amplísimas: desde rutas ciclistas, hasta sendas de trekking y visitas culturales para maravillarse con su abundante vegetación y pequeños pero numerosos manantiales. Si esto no fuera suficiente, el viajero podrá seguir disfrutando de la naturaleza recorriendo la única vía cicloturista que discurre paralela al litoral por una antigua vía de tren, conectando Benicàssim con Oropesa, para detenerse, respirar y admirar la belleza, la calma y la tranquilidad de la bahía de Benicàssim.
Otro de los puntos fuertes de Benicàssim y que no pasa desapercibido a muchos de sus visitantes es su maravillo patrimonio arquitectónico. A través de 54 villas de los años 20, recuperadas y restauradas, podemos trasladarnos a una época de película, en la que Benicàssim fue un destino vacacional muy solicitado por la burguesía de la época. El Paseo Pilar Coloma se transforma en un túnel del tiempo y nos transporta a la ‘Belle Époque’, recreada en una cita anual a principios de septiembre. Una muestra muy significativa de este pasado vanguardista es ‘Villa Elisa’, que cuenta con un majestuoso jardín de más de 1.500 especies distintas, coronadas con un ficus monumental. La villa es un referente cultural de la ciudad, pues en sus dependencias cuenta con una sala de exposiciones por la que han pasado algunas de las obras de los mayores talentos artísticos internacionales, tales como Picasso, Miró o Dalí y que sigue acogiendo exposiciones gratuitas. Otra villa icónica de la ciudad es ’Villa Ana’, conocida también como la biblioteca del mar, que ofrece al lector un ambiente de ensueño para disfrutar de un buen libro con unas vistas privilegiadas del Mediterráneo. No solo de villas va a empaparse el visitante. Sus museos, como el de los Padres Carmelitas, presente en el monasterio a las afueras de la ciudad, o el Museo Bodegas Carmelitano, una destilería en la que se elabora de manera completamente artesanal el licor carmelitano.
Aunque nadie que visita Benicàssim pasa por alto uno de sus mayores reclamos turísticos: sus festivales. La ciudad ofrece una selección tan amplia de eventos que es imposible que alguien se quede fuera. En Benicàssim late la cultura y todos los géneros tienen su espacio. 40 años de experiencia organizando festivales es la mejor credencial para una ciudad que ha crecido internacionalmente de la mano de sus festivales de música, cuidando cada detalle con atención, anticipándose a las necesidades y adaptándose sin perder la esencia de cada festival para así mantener unos estándares de calidad muy altos. Tales son estos estándares que el Ayuntamiento ha apostado de manera clara por crear un espacio al aire libre de 135.000 mts2 que está llamado a ser el referente de la música vivo en España. En la agenda podemos encontrar el Festival Internacional de Benicàssim (FIB); Rototom SunSplash (música reggae); Festival lírico ópera Benicàssim; Benicàssim Bules festival; Benicàssim Flamenco Fusión Gastro, y un largo etcétera.
En definitiva, 2023 es un año en el que Benicàssim quiere cautivar y atraer al turista. Quiere cuidarle, haciéndole sentir como en casa, en un ambiente menos masificado y respetuoso con el medio ambiente. Cabe recordar que Benicàssim fue reconocida en 2018 por la Organización Mundial de la Salud como una de las ciudades con menos polución del planeta, situada entre las diez primeras de todo el mundo con el aire más limpio. Un destino accesible para todos, sin importar edad o condición física, con actividades y experiencias para un ratio de público muy extenso. Playa, cultura, historia, naturaleza, gastronomía, ocio, música... Absolutamente nadie queda fuera de la oferta turística de Benicàssim, una ciudad que quiere acoger a todo el mundo y hacerle vivir una experiencia que atesorará para siempre.
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