Nuestros pasos nos llevan hasta Italia. La provincia de Bolzano, en la región de Trentino, nos espera en esta nueva aventura. Se encuentra situada en el norte del país, haciendo frontera con Austria y Suiza, por lo que recibe la denominación de Tirol del Sur. Es el territorio en el que residen las espectaculares cumbres Dolomitas, una cadena montañosa de tal belleza que se ha ganado la categoría de Patrimonio Natural de la UNESCO.
Buscamos nuestro destino en el pequeño y encantador valle de Funes, que se extiende a lo largo de unos veinticinco kilómetros y se encuentra abrazado por los impresionantes picos que lo rodean. Visitamos Funes, una población situada a orillas del río del mismo nombre que cuenta con poco más de dos mil habitantes que tienen el privilegio de disfrutar de uno de los paisajes más bellos de Italia.
Este destino rural y pintoresco emana paz e invita a disfrutar de la naturaleza a cada minuto. Es un apacible rincón del planeta que propone muchas actividades al aire libre, especialmente paseos, senderismo o escalada. Existen diferentes rutas para explorar el valle: el sendero botánico, con descripción de los árboles y flores que van apareciendo en el trayecto; rutas familiares atravesando prados de un intenso verde; excursiones entre cascadas, etc.
Una de las hermosas sorpresas que aparecen en plena naturaleza es la pequeña iglesia de San Giovanni. La encantadora capilla es uno de los lugares más fotografiados de todo el valle, especialmente por su idílica ubicación a los pies de los Alpes. Es de estilo barroco italiano y su construcción se remonta a mediados del siglo XVIII. Está dedicada a San Juan Nepomuceno y es, sin lugar a dudas, una de las más bonitas postales que nos regala este punto de Italia.
San Giovanni no es el único pequeño templo que podemos ver en el valle. La iglesia de Santa Magdalena es otra de las fascinantes postales de Funes. Es mucho más antigua, pues se remonta al siglo XV.
El valle de Funes se encuentra a tan solo una hora de uno de los lagos más hermosos de Italia: el Carezza. Este lago alpino está situado a unos 1.500 metros sobre el nivel del mar. Esta maravillasorprende con sus juegos cromáticos que pasan por mil tonalidades diferentes de verdes y azules que van transformándose con la ayuda de la luz solar y de los reflejos del paisaje. Es una excursión imprescindible si nos encontramos en este punto del país.
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