Nos acercamos a Kazajistán. Este país de Asia Central es una antigua república soviética que se declaró independiente en el año 1991. Este punto del planeta, desconocido y fascinante, ocupa un territorio inmenso –es el noveno país más grande del mundo- alfombrado de lagos, cadenas montañosas, llanuras, desiertos, estepas y paisajes bellísimos por descubrir, en los que habitan cientos de especies de animales que disfrutan de la riqueza natural de este país que fue zona de paso clave de la mítica Ruta de la Seda.
En este increíble escenario natural se encuentra nuestro protagonista: el lago Kaindy. Es uno de los lugares más curiosos del planeta. Se encuentra a unos dos mil metros de altura sobre el nivel del mar, entre hermosas montañas, y tiene cerca de medio kilómetro de longitud y una profundidad que, en algunas zonas, alcanza los treinta metros. Sin embargo, lo que convierte a este lago kazajo en un espacio natural peculiar es su bosque de árboles sumergido.
A principios del siglo XX la zona sufrió un potente terremoto. Esta fuerte sacudida provocó un deslizamiento de tierra que arrastró una buena cantidad de piedra que se acumuló en el valle formando un dique natural. El bosque quedó totalmente inundado, y mientras muchos árboles acabaron siendo arrastrados, muchos otros resistieron y permanecen anclados al lecho de piedra como si alguien hubiera clavado sus finos troncos en el lago. La imagen es espectacular y realmente curiosa.
Al parecer, las gélidas aguas del lago han contribuido a la conservación de este bosque tan especial, pues han conseguido frenar la descomposición orgánica. A pesar de la baja temperatura del agua, son muchos los buceadores que se sumergen en Kaindy para contemplar las imponentes raíces de estos gigantes naturales que, con el paso del tiempo, han llegado a formar pequeñas cuevas submarinas. Sin embargo, si queremos ahorrarnos el mal rato y no pasar frío, tan solo es necesario acercarse hasta la orilla, porque las aguas cristalinas del lago aparecen tan nítidas que puede verse el fondo del lago sin ninguna dificultad.
El lago Kaindy se encuentra en el Parque Nacional de los lagos Kolsai, muy cerca de la frontera con Kirguistán. Precisamente, los lagos que dan nombre al parque, los Kolsai, son otra maravilla natural de obligada visita si nos encontramos en este punto del planeta. Son tres lagos de aguas cristalinas y de mayor profundidad que el Kaindy. Están en un área natural escogida por muchos senderistas y escaladores y, en general, por todos aquellos que practican actividades al aire libre.
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