Desde la ventanilla del avión no parece que estamos llegando a una de las ciudades más importantes del sur de Argentina, sino a un lugar remoto, aislado del mundo. El contraste del mar azul al sobrevolar la Península Valdés con la extrema aridez de la estepa patagónica al llegar a la ciudad de Trelew es evidente. El avión comienza a descender y el incesante viento patagónico se siente cada vez más, como preludio de que estamos llegando a una tierra indómita, donde la naturaleza nos hace notar su fuerza.
Lo que algún día fue apenas un páramo, hoy es una de las ciudades más grandes de la Patagonia. Trelew, que en idioma galés significa “Pueblo de Luis”, en honor a su fundador Lewis Jones, tiene su historia ligada a los primeros colonos galeses que llegaron en 1865 a la provincia de Chubut e impulsaron la construcción del ferrocarril, creando una estación alrededor de la cual se desarrolló la ciudad. En la actualidad Trelew tiene un poco más de 100.000 habitantes.
Para los amantes de la paleontología, Argentina es un destino especial. A lo largo de los años se han encontrado gran cantidad de fósiles en todo el territorio argentino –el 10 % de la totalidad mundial–, aunque la región patagónica es la que concentra uno de los mayores centros paleontológicos del mundo.
Tierra de dinosaurios
Hace aproximadamente 65 millones de años, un amplio porcentaje de vegetales y animales se extinguió de repente. Fue a finales del período Cretácico y existen diversas teorías al respecto. Algunos científicos atribuyen este evento a un proceso gradual que dio lugar a una extinción selectiva. Otros sostienen que se trató de una catástrofe, como la caída de un asteroide, que ocasionó una extinción masiva de estas especies.
Sin embargo, estas formas de vida pasadas no desaparecieron por completo. Dejaron rastros que aún hoy maravillan al hombre: los fósiles. Estas impresiones del pasado han contribuido a respaldar la teoría de la evolución y son la herramienta principal para estudiar el pasado geológico y reconstruir la historia de la Tierra.
En la Prehistoria, Trelew fue “la tierra de los dinosaurios”. Llegando a la ciudad por la Ruta Nacional 3 hay una réplica en tamaño real del Patagotitan mayorum, el dinosaurio más grande del mundo que se encontró hasta el momento, exactamente en un campo de Chubut, a 270 kilómetros de Trelew.
Con más de 8 metros de altura, una longitud de 40 metros y unas 74 toneladas de peso estimado, resultó ser la criatura más grande conocida que haya caminado sobre la Tierra.Este excepcional descubrimiento no sólo es importante por las dimensiones y cantidad de fósiles, sino también por su inusual estado de preservación.Nada menos que siete colosales dinosaurios herbívoros, fueron encontrados en un único sitio en la provincia del Chubut. El hallazgo sorprendió a los científicos de todo el mundo que, hasta ahora, sólo conocían la anatomía de estos gigantes en base a restos más bien pobres de pocas especies.
Hace diez años un trabajador rural encontró en un campo en la provincia del Chubut donde trabajaba un hueso que asomaba del suelo. Los dueños de la estancia dieron aviso al Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF) –Unidad Asociada al CONICET (Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas) – y luego de más de tres años de excavaciones, científicos del Consejo anunciaron el hallazgo de restos fósiles de al menos seis ejemplares del dinosaurio más grande conocido hasta el momento.
El Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF), es reconocido a nivel mundial por su importante concentración de hallazgos fósiles. Al visitar el MEF nos remontamos a la Patagonia prehistórica: a los tiempos de los dinosaurios. El edificio fue inaugurado en 1999 y guarda hallazgos de gran valor científico. El MEF pertenece desde 2004 a la categoría de unidad asociada al CONICET, razón por la cual el organismo le cede al MEF 11 científicos para el área de investigación.
El nombre del museo deriva de Egidio Feruglio, un geólogo italiano que llegó al país en 1925 convocado entonces por YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales). Su nombre es recordado por el gran aporte hecho con sus investigaciones en Chubut. El área de exhibición está diseñada a partir del periodo geológico actual hasta la Era Paleozoica. El museo cuenta con más de 1.700 piezas fósiles y 30 ejemplares de dinosaurios. La visita es amena y educativa. Las salas del museo tienen maquetas y láminas explicativas, Además, cuenta con una proyección de video que se remonta a los inicios de la vida en la Tierra.
En el año 2012 Aurelio Hernández, un trabajador de campo, descubrió el primer hueso de lo que luego sería uno de los hallazgos más asombrosos de los últimos años en el campo de la paleontología: más de 150 fósiles pertenecientes a los restos de al menos de 6 ejemplares de una misma especie de dinosaurio gigante, la más grande hasta ahora conocida. El hallazgo no sólo llamó la atención por las dimensiones extremas de los fósiles, sino porque tal cantidad de restos permitirían obtener la reconstrucción anatómica más completa, hasta el momento, de los herbívoros más grandes en la historia de nuestro planeta.
Este dinosaurio atrajo tal interés en el mundo que puso al MEF en la vidriera científica internacional. Fue así que la BBC de Londres propuso a la Fundación Egidio Feruglio la filmación de un documental conducido por el reconocido naturalista y documentalista Sir David Attenborough, sobre este asombroso descubrimiento y la riqueza natural de la Patagonia Argentina.
El equipo de filmación británico acompañó en sucesivas campañas de campo al área científica y técnica del MEF durante dos años. Registró las arduas tareas de excavación, traslado, preparación, restauración y escaneo 3D de cada uno de los más de 200 fósiles encontrados. El documental, titulado “Attemborough and the giant dinosaur”(Attemborough y el dinosaurio gigante) se estrenó en el canal BBC 1 el 17 de enero del 2016 para toda Europa, alcanzando la audiencia récord de 8 millones de espectadores en la noche del estreno.
“Se llama así por la región y por titán, que quiere decir gigante. Mayorum hace honor a la familia Mayo que son los pobladores de la zona que dieron aviso al Museo y nos recibieron en su campo mientras realizábamos las excavaciones. Encontramos más de 150 huesos sepultados en rocas del Cretácico Inferior, es decir de hace poco más de 100 millones de años. Calculamos que medía casi 40 metros de largo, su cuello 12 metros y pesaba 70 toneladas. Se han encontrado otras especies muy grandes de aproximadamente la misma edad en la Patagonia y una de las cosas que descubrimos es que estos gigantes estaban muy relacionados entre sí, pertenecen a un mismo clado -agrupación que contiene un antepasado común y todos sus descendientes-. Eso nos indica que pasó algo especial para que estas especies hayan desarrollado un gigantismo extremo. Esta familia patagónica rompió el molde”, explica Diego Pol, investigador principal del CONICET en el MEF.
En este sentido, José Luis Carballido, investigador adjunto del Consejo del museo, aclara que, si bien no pueden precisar el porqué de este aumento de tamaño, creen que el mismo se relaciona con otros cambios ambientales ocurridos en ese período, como por ejemplo el aumento en la temperatura a nivel global o la diversificación de las plantas con flores, que fueron sucesos simultáneos y probablemente estén relacionados uno y otro. Un mejor clima en esas latitudes podría haber provocado una flora más rica y abundante, lo que implica mayor disponibilidad de comida y recursos alimenticios para alcanzar ese tamaño.
El equipo de paleontólogos del CONICET que lideró las campañas presentó la nueva especie en un artículo publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the Royal Society B en el que describen los restos hallados y estudian cómo fue la evolución del gigantismo en este grupo de dinosaurios.
Gracias a esta excelente preservación de los huesos de buena parte del animal (patas traseras, delanteras, parte de la cintura, columna vertebral, cuello y algunos dientes) los científicos pudieron estimar la masa corporal de la especie utilizando dos metodologías diferentes. Existen dos maneras de calcular el peso de un animal extinto, y ambas están basadas en correlaciones entre diferentes medidas y el peso de animales actuales. Una es utilizando una ecuación en dónde se necesitan las medidas de circunferencia del húmero y del fémur, que son los huesos principales de las patas anterior y posterior y por ende sostienen el cuerpo de cualquier cuadrúpedo. Cuanto más pesado sea el cuerpo es lógico que tengan que ser más robustos los miembros.
“Esta metodología está basada en animales terrestres actuales. El cuadrúpedo más grande utilizado es el elefante, que normalmente no supera las 10 toneladas. De ahí a las 70 toneladas que se calculan para Patagotitan hay una diferencia de 60 mil kilos, por lo que es importante corroborar estas estimaciones con otras metodologías. La segunda metodología se basa en la reconstrucción volumétrica del animal, para la cual se necesita generar un esqueleto digital. La enorme cantidad de material disponible de Patagotitan nos permitió reconstruir tridimensionalmente el esqueleto y mediante un software específico generar el tejido blando para así poder calcular el volumen”, explica José Luis Carballido.
Dado el gran tamaño de este dinosaurio, solamente se pueden exhibir parte de sus fósiles en la actual exhibición del MEF. Es por eso que su descubrimiento fue el puntapié para el comienzo de una nueva ampliación para el museo. Las autoridades explican que el MEF triplicará su área de Exhibiciones, Colección e Investigación y su nueva nave central está diseñada para albergar al Patagotitan de pie y en su máximo esplendor, acompañado de 13 nuevos dinosaurios de la Patagonia.
El impacto de su descubrimiento ha sido tan grande que museos del mundo pidieron su réplica para incluirla dentro de sus exhibiciones: en el año 2016 se armó una en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York y en el año 2018 se montó otra especialmente diseñada para el Field Museum de la ciudad de Chicago.
Tanto el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York como el Field Museum de Chicago son unos de los museos más antiguos de Estados Unidos y tienen un promedio de más de cuatro millones y medio de visitantes al año. “En estos centros neurálgicos está hoy en día exhibido Patagotitan, promocionando constantemente el turismo en Argentina, Patagonia y nuestro museo. Además Patagotitan es Marca País, distinción que le fue otorgada por el Ministerio de Turismo de la Nación”, comenta Florencia Gigena, Gerente de Comunicación y Marketing del MEF.
A tan solo 14 kilómetros de Trelew, se encuentra la localidad de Gaiman, donde se encuentra el Parque paleontológico Bryn Gwyn, un verdadero museo a cielo abierto. Este parque es el primero de este tipo en Sudamérica y surgió en 1992. Su nombre significa “Loma Blanca” en galés. Está ubicado en un sector del valle inferior del río Chubut, donde el verde de las chacras contrasta con el amarillo de las bardas que protegen el valle.
El recorrido a pie de 1.500 metros atraviesa las distintas formaciones. Es importante tener en cuenta que, si bien es autoguiado, es conveniente hacer el trayecto con un guía para aprovechar la explicación. El trayecto avanza cronológicamente desde los tiempos prehistóricos hasta el pasado reciente. A medida que uno asciende se ven los diferentes estratos geológicos con distintos ejemplares representativos. El Museo Paleontológico Egidio Feruglio de Trelew realiza excursiones guiadas hasta este lugar.
Otros atractivos en Trelew y los alrededores
El centro de Trelew tiene como eje neurálgico a la Plaza de la Independencia. A su alrededor se suceden, como en la mayoría de las ciudades argentinas, la iglesia principal, en este caso la de María Auxiliadora, el edificio de la Municipalidad, el Correo, el Teatro, bancos y numerosos negocios. La plaza es muy bonita, sobre todo su glorieta o kiosco del Centenario, inaugurada el 25 de mayo de 1910 para conmemorar el centenario de la Revolución de Mayo.
La estación Trelew, o Punta Rieles, fue la principal de la línea ferroviaria que unía la costa norte de Chubut con Las Plumas, en el interior de la provincia. En la actualidad no quedan huellas del complejo que fue en el pasado. Toda la zona fue renovada y se transformó en la estación de ómnibus, la Universidad de la Patagonia, la Plaza Centenario y el Museo Paleontológico Egidio Feruglio. El lugar donde se encontraba la estación original fue destinado a la creación del Museo Pueblo de Luis.
Al ingresar al museo, nombre que recuerda al fundador de Trelew, uno se sumerge en un viaje al pasado, donde es posible descubrir elementos que hacen referencia a la historia de la ciudad, especialmente relacionados a los pueblos indígenas de la zona y la colonización galesa. Aquí también se encuentra la Plaza de las Colectividades, un homenaje a las diversas colectividades que se asentaron en Trelew. Hay banderas de los países de los inmigrantes que llegaron a la zona y en el centro un obelisco que conmemora el centenario de la colonización galesa (1865-1965).
Al viajar por la Patagonia, las historias se suceden. En cada ciudad, pueblo, y hasta en los lugares más recónditos, donde el viento y el silencio imperan, siempre hay una historia por descubrir. Como en otros lugares de la Patagonia, Trelew también tiene historias y leyendas.
Una de las historias que cobra vida en Trelew, es la de Butch Cassidy y Sundance Kid, los famosos fugitivos norteamericanos. El Hotel Touring Club es un lugar ideal para disfrutar de un café o un aperitivo en pleno centro de la ciudad, ubicado en la renovada Avenida Fontana. Por aquí pasan todo tipo de personas: turistas, locales y hasta dirigentes políticos. Es el hotel más histórico de Trelew. Considerado un símbolo de la ciudad que continúa siendo atendido por sus dueños.
En este hotel se habrían alojado Butch Cassidy junto a su compañero Sundance Kid, los famosos ladrones de bancos norteamericanos que huían de la justicia estadounidense refugiándose a miles de kilómetros en la Patagonia. Hay un recorte en la pared dentro del hotel que muestra a los fugitivos, en la nota de época del New York Times, aparece el clásico “Buscado”, con el rostro de Butch Cassidy y una recompensa por 10 mil pesos.
En el hotel también se alojó Antoine de Saint-Exupéry, el célebre escritor francés, autor del “El Principito”. Por las calles de Trelew, circula la leyenda de que para crear la imagen de la boa dirigiendo al elefante, a la cual hace alusión la primera hoja del El Principito, el autor se inspiró en la forma de la Isla de los Pájaros, ubicada a 130 kilómetros de Trelew.
Laguna Chiquichano
Es uno de los paseos más atractivos de la ciudad. La laguna obtiene su nombre del Cacique Chiquichano, quien fuese jefe de la tribu que habitaba en la margen norte del río Chubut. Es posible dar un paseo caminando o andar en bicicleta. En la laguna podemos observar una gran cantidad de aves. Entre ellas el cisne de cuello negro y blanco, patos, el flamenco rosado, entre otras.
Centro Astronómico
En las inmediaciones de la laguna se encuentra el Centro Astronómico Trelew, el cual fue totalmente renovado e inaugurado con nuevas salas en el 2018. Visitas guiadas, proyecciones digitales que nos transportan al espacio exterior, una sala de exposición visual, un parque temático externo y dos observatorios, uno nocturno y otro solar para dar un paseo cósmico por el pasado, presente y futuro del Sistema Solar y el planeta Tierra. Siempre, bajo el espectacular e interminable cielo patagónico.
Capilla Moriah
La capilla Moriah es la tercera de las primeras capillas galesas construidas en el Valle Inferior del río Chubut. A su lado, se puede visitar el Cementerio Galés, donde se enterraron a los primeros colonos provenientes de Gales. El culto inaugural de Moriah tuvo lugar el 4 de enero de 1880, siendo su primer pastor el Reverendo Abraham Matthews. Debe su nombre a un monte mencionado en la Biblia. La idea de crear esta capilla en la zona surgió a partir de la necesidad de contar con servicio religioso más próximo a sus casas, pues hasta ese momento concurrían a Rawson. Es la primera Capilla Protestante independiente en la zona.
Punta Tombo
A 130 kilómetros de Trelew, se encuentra la Reserva Natural de Punta Tombo, la colonia continental de pingüinos de Magallanes más grande del mundo. Los pingüinos llegan cada año a esta reserva a preparar sus nidos, curiosamente, los mismos donde viven cada año. La llegada de cientos de miles de ejemplares se produce desde septiembre hasta abril. La reserva de Punta Tombo, creada en 1979, se caracteriza por tener una franja costera de 3 kilómetros a lo largo de 600 metros de ancho. Si bien hay pingüinos durante todo el año, el mejor momento para visitar Punta Tombo es en los meses de verano en el Hemisferio Sur, (diciembre-marzo), ya que es la temporada cuando más ejemplares hay (puede llegar a tener hasta 400.000 ejemplares).
Chacras de Trelew
El Valle Inferior del Río Chubut constituye el eje central del circuito de las chacras que se encuentran en los alrededores de Trelew. El río Chubut proporciona a la zona una tierra fértil con árboles y chacras, las cuales contrastan con la aridez de la estepa patagónica. Al estar emplazada en el valle, la ciudad posee un clima templado y seco. Hacia el oeste de Trelew, hay una serie de campos y granjas al cual se lo conoce como “Las Chacras”. La ruta 7 es un camino rural y de ripio que va desde Trelew hasta Gaiman, una alternativa distinta a la ruta 25. A lo largo del recorrido, se puede disfrutar el paisaje verde, rodeado de las paredes de la meseta patagónica que rodea el Valle Inferior del Río Chubut. También se puede aprovechar a comprar productos regionales y artesanales.
Gaiman
A 17 kilómetros de Trelew, Gaiman es un pequeño pueblo ubicado en el corazón del Valle Inferior del Río Chubut. Es posible llegar desde Trelew a través de la ruta nacional 25. A pesar de ser un pueblo típicamente gales, estas tierras antiguamente fueron habitadas por los tehuelches, de donde deriva el nombre “Gaiman”, que significa “piedra de afilar” el tehuelche.
Gaiman es famoso por sus casas de té, las cuales representan un gran atractivo turístico a nivel histórico, tanto a nivel nacional, como internacional. Las mismas están ligadas a los primeros colonos galeses de la zona y son un fiel testimonio de la inmigración galesa en esta parte de Argentina. Una visita a Gaiman no está completa sin merendar en alguna de ellas. La más famosa es Ty Te Caerdydd, por haber recibido aLady Di en 1995. Aquí se conserva el espacio y utensilios utilizados por la fallecida princesa de Gales, que dan testimonio de su visita.
Playa Unión
Ubicado a 25 kilómetros de Trelew, Playa Unión es el balneario que eligen los residentes de Trelew para disfrutar de las amplias playas de la costa chubutense. Playa Unión obtiene su nombre porque en las inmediaciones naufragó un barco llamado Unión. Sobre el mar abierto, esta localidad nos ofrece la posibilidad realizar el avistaje de toninas en el puerto. Las embarcaciones parten desde el muelle durante todo el año, excepto los meses de enero y febrero, por ser temporada de reproducción.
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