Los vehículos son muy sensibles a los cambios de estaciones con sus correspondientes variaciones en temperatura, afectando de lleno a algunos de sus componentes. Es el caso de la batería, un elemento que sufre como pocos el termómetro y, ante una falta de revisión, puede dejar al conductor tirado y con hasta 250 euros menos en la cuenta, según Euromaster, especialista en el cuidado y mantenimiento integral del vehículo.
Y no es el único elemento que padece los cambios de temperatura. Mantener en buen estado el líquido refrigerante y garantizar que mantiene su propiedad anticongelante es primordial para la salud del motor. Cabe recordar que este líquido ayuda a que el circuito de refrigeración no se congele y evita que el propulsor termine rompiéndose. Su cambio no supera los 70 euros, pero si gripa el motor, la cuantía puede ascender hasta los 2.500 euros, según el modelo.
Por otro lado, los neumáticos, con el inicio de las lluvias, son determinantes para asegurar una correcta seguridad al volante. Por ello, para evitar sustos innecesarios, Euromaster recomienda que la profundidad no esté por debajo de 3 milímetros.
Si las gomas no cumplen este requisito, en caso de piso mojado, puede duplicarse la distancia de frenado, poniendo en riesgo la integridad de los ocupantes. Un juego de dos neumáticos puede ascender desde los 200 a 500 euros en función del coche.
Además, Euromaster recuerda la importancia de vigilar la evolución del termómetro y estar pendiente cuando se empiece a bajar del umbral de los 8º, que es cuando es recomendable optar por un neumático de invierno, es decir, con prestaciones específicas para el frío, la lluvia e incluso condiciones de nieve.
Y no son menos importantes, los limpiaparabrisas o el propio líquido limpiaparabrisas. Un mal estado de las gomas o escobillas o, incluso, la falta de líquido puede condicionar seriamente la visibilidad del conductor, especialmente en situaciones climatológicas adversas.
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