La experiencia de visitar la Antártida – El Continente Blanco – es uno de los sueños de muchos viajeros de todas partes del mundo. Argentina tiene la dicha de contar con el punto mejor ubicado del planeta para visitar la Antártida: la bella ciudad de Ushuaia, desde donde parten muchas expediciones y cruceros hacia la Península Antártica. A tan sólo 1.000 kilómetros de distancia de la Antártida, el puerto de Ushuaia concentra el 96% del movimiento turístico mundial desde y hacia el continente blanco, lo cual lo convierte en el puerto de entrada más activo de los cinco que existen en el mundo.
Ushuaia además es el único lugar del mundo que ofrece precios de último momento “last minute deal” para los viajes a la Antártida, los descuentos llegan a ser de hasta un 50% de la tarifa regular. La temporada de turismo antártico comienza en octubre y termina en marzo, existiendo diferentes opciones e itinerarios que parten de Ushuaia, pasando por el mítico Cabo de Hornos, para luego atravesar el temido Pasaje Drake y adentrarse en la península antártica.
Un lugar único en el planeta
Última meca de los aventureros, extremo de los extremos, un lugar de superlativos y paisajes deslumbrantes, la Antártida representa un enigma de hielo que palpita en el Fin del Mundo. La Antártida es el continente más inhóspito y remoto del planeta, el único que no tiene una población humana permanente, ya que solamente los científicos son sus únicos habitantes. Además, es el único continente gobernado por un tratado internacional que prohíbe que los países tomen posesión o exploten sus tierras.
La Antártida posee también la reserva de hielos glaciares más grande del mundo: el 95% del territorio antártico está cubierto de hielo. La Antártida sigue siendo aún hoy una gran incógnita, un lugar prácticamente desconocido e inexplorado. Los primeros cartógrafos la bautizaron como “Terra Incognita Australis” y fue uno de los últimos continentes en ser descubierto. No fue pisado por primera vez hasta 1821, cuando aún no se descartaba la posibilidad de que solo sea un gran iceberg.
Al sexto continente, se lo conoce como el “continente pulsante”, debido a que es difícil saber con exactitud la superficie del continente, ya que el número se desdobla. En verano tiene aproximadamente 14.000.000 de kilómetros cuadrados, sin embargo, en invierno cuando se congelan los hielos del mar que rodea a la Antártida, puede llegar a tener 20 o 30 millones. Las enormes distancias y los mares más tempestuosos del planeta, convierten a la Antártida en el continente más remoto del mundo.
También es el continente más ventoso del mundo, debido a la influencia de los vientos que corren desde el Polo hacia las costas. Los vientos pueden alcanzar velocidades superiores a los 300 km/h. De más está decir que es el continente más frío del planeta, donde se ha registrado la temperatura más baja del mundo, con –89.3ºC. Fue en la Base Rusa Vostok, el 24 de agosto de 1960. La temperatura media en la Antártida es de –60ºC. La Antártida también se caracteriza por ser el continente más seco del planeta. Uno se pregunta: ¿cómo es posible a pesar de la gran cantidad de nieve y hielo que hay alrededor? La cuestión es que el Polo Sur es un ambiente desértico, ya que el promedio de lluvias no alcanza los 4mm por mes, similar a lo que sucede en el Desierto de Sahara. Podríamos afirmar que la Antártida es un inmenso desierto helado. Como en el Ártico, en la Antártida también se registran fenómenos ópticos únicos, producto del reflejo de la luz en el hielo y la combinación de esto con la inclinación del eje terrestre. Un ejemplo es la Aurora Austral, la cual es mucho más difícil de ver que la Boreal.
Argentina y su presencia en la Antártida
Argentina es uno de los pocos países del mundo con presencia en la Antártida, la cual data desde 1904, cuando se inauguró un observatorio meteorológico y una estafeta postal argentina en la Isla Laurie, Orcadas del Sur, lugar que luego se convertiría en la Base Orcadas. Argentina también es miembro consultivo del Tratado Antártico, el cual fue firmado en 1959 y cuyo objetivo es el uso pacífico del territorio antártico, mediante el desarrollo de investigaciones científicas y proyectos de conservación del medio ambiente. El registro histórico del cambio climático en el planeta, el descubrimiento de bacterias que abren la puerta a nuevos medicamentos o los microorganismos que sustentan la riqueza ictícola del Atlántico Sur, son parte de las investigaciones que científicos argentinos desarrollan en algunas de las 6 bases permanentes y 7 temporales que el país sostiene en la Antártida hace 116 años.
Los itinerarios a la Antártida
Existen diversas opciones a la hora de elegir un viaje hacia la Antártida, las mismas varían en función de la duración, lugares a recorrer, servicios ofrecidos y por supuesto los tipos de embarcación. Las tarifas son elevadas, ya que es un destino exclusivo e inigualable en el planeta. Sin embargo, hay tarifas de “último minuto” disponibles en agencias de turismo de Ushuaia especializadas en viajes a la Antártida. Estas tarifas especiales pueden ofrecer hasta un 50% de descuento.
El recorrido más elegido por los viajeros es el circuito denominado “Antártida Clásica”, sin embargo, existen otras opciones para los más aventureros, las cuales pueden llegar a tener una duración de hasta 21-22 días. Algunas de estas opciones incluyen visitar la Antártida vía Islas Malvinas y Georgias del Sur, otra opción es el Cruce del Círculo Polar Ártico, con una duración promedio de 14 a 15 días, así como también existe el llamado Circuito del Mar de Weddel, conocido por la infortunada expedición de Sir Ernest Shackleton en 1915, durante la cual su barco Endurance quedó atrapado en el hielo y se hundió en estas aguas.
El recorrido del circuito “Antártida Clásica” tiene una duración de 10 a 12 días. Los 2 primeros días son de navegación, donde se atraviesa el mítico pasaje de Drake, donde se unen los océanos Atlántico y Pacifico, formando olas monumentales, las cuales superan los 10 metros. Al temido pasaje de Drake debemos tenerlo en cuenta incluso antes de emprender la travesía, ya que hay diferencias en las diferentes opciones de cabinas. Las menos afectadas por el movimiento del barco durante esta parte del recorrido son las internas y las más bajas. Donde más se siente el movimiento del barco y las violentas olas es en las cabinas más altas.
Los próximos 6 días incluyen visitas a diferentes lugares de la Península Antártica, tales como bases e impresionantes paraísos naturales únicos en el mundo. El retorno comprende otros 2 días de navegación. Después de las primeras 48 hs de haber partido de Ushuaia, recién se podrá hacer el primer descenso del barco mediante gomones semirrígidos. Los descensos, según regula el tratado antártico, no podrán superar las 100 personas por vez y deberán estar guiados por especialistas que acompañarán a los turistas durante todo el recorrido.Cada día se harán dos descensos: uno por la mañana y otro por la tarde, y cada uno de ellos durará aproximadamente 2 horas dependiendo de la fauna, el clima y los intereses que puedan surgir en cada sitio visitado. La vida a bordo se disfruta con distintos avistajes, charlas y cursos de especialistas sobre la naturaleza y la vida polar.
Durante esta travesía es posible visitar bases antárticas tales como la ucraniana Vernadsky o la base Brown argentina. Uno de los puntos más atractivos del recorrido es sin dudas la Isla Decepción, la cual es el cráter de uno de los tres volcanes antárticos (un volcán activo). El lugar se caracteriza por su calor geotermal, el cual sale del fondo del volcán y calienta la superficie rodeada de hielo y glaciares. Tiene la particularidad de ser uno de los pocos lugares de la Antártida que nunca se congela. Curiosamente es el único lugar del continente donde uno se puede bañar en un mar tibio. La última erupción se registró en 1967, la cual formó un paso llamado Fuelle de Neptuno, por donde entran los barcos hacia el cráter.
Otro de los lugares asombrosos que incluye la travesía es la denominada Bahía Paraíso, un lugar que nos sorprende por sus colores y paisajes indescriptibles. Otro de los lugares que incluye el recorrido es el famoso Canal de Lemaire, un lugar de descomunal belleza natural, donde los glaciares avanzan lentamente desde las montañas hacia el mar y donde es posible observar focas de Weddell, pingüinos papúa y cormoranes antárticos. El paisaje nos cautiva por su belleza y hace que sea uno de los mejores lugares para los amantes de la fotografía durante la travesía antártica.
Un viaje a la Antártida también significa poder observar su fauna, una experiencia monumental, ya que estos animales que habitan en la Antártida son especies endémicas, es decir que solo habitan en este continente. Se destacan los pingüinos Rock Hopper de penachos amarillos, las focas Ross, el leopardo marino, una especie de ballena azul que llegar a medir 30 metros y pesa 100 toneladas, la foca cangrejera, el cormorán antártico, entre otros. También es posible encontrar pingüinos emperadores, los cuales habitan en el continente y no se dejan ver en las altas latitudes.
Por todo esto y mucho más, viajar a la Antártida es una experiencia que ningún viajero debería perderse en la vida.
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