Un carnaval diferente
Acostumbrados a la famosa festividad donde los disfraces abundan en y para todas las personas participantes, en esta ocasión, asistimos a uno en que solo los anfitriones lo hacen convirtiéndose en protagonistas. Si asistes, solo debes bailar y protegerte, pero ¿por qué?Adéntrate en la historia que te traemos hoy y lo descubrirás. También puedes descubrir más detalles en la página de turismo de la República Dominicana.
Pasado y presente
Es una celebración con más de 500 años de historia y aunque se ha ido transformando en los últimos tiempos, mantiene a sus más importantes protagonistas: ¡los diablos! De tradición española, los conocidos como diablos cojuelos representan la figura más audaz y pícara del infierno.
La Vega, ciudad frecuentada por Cristóbal Colon dónde también batalló durante su segundo viaje a las Américas, se encuentra apenas 125km al norte de la capital de Republica Dominicana, Santo Domingo.
Con la mejora de la situación de la pandemia, el país entero se hacía eco del fin de las restricciones y los veganos no necesitarían más de una semana para preparar y hacer que los diablos invadieran la ciudad. Este año, no deseaban quedarse de nuevo sin su celebración anual más singular y la población entera se volcaría para poder festejar.
En el recuerdo quedan, los años precedentes, cuando la celebración estaba presente todos los domingos del mes de febrero. Tal vez el próximo. Aun así, su población, su gente, no ha dejado de aprovechar la oportunidad de salir a la calle, disfrutar de la música y bailar a ritmo de rumba, bachata, merengue y cualquier compás que les hiciera mover el cuerpo, aunque este año solo haya sido posible durante un fin de semana.
La apertura
Con aproximadamente doscientas comparsas, el carnaval se inicia y da el pistoletazo de salida con una caravana y expedición por toda la ciudad. La reina y el rey del carnaval, autoridades políticas y el conjunto de la población forman una fila de coches, motos, caballos y todo tipo de vehículos extravagantes y excéntricos.
La música varia en pocos metros y es conducida por unos gigantescos y sofisticados equipos que albergan estos vehículos motorizados. De forma instantánea, el ritmo contagia al cuerpo provocando que se acelere el corazón, e inconscientemente las caderas se empiezan a mover… Pero lo más importante, se observa, percibe y refleja en las caras: alegría, sonrisas y gozo de la vida; y es aquí cuando sientes el Caribe por tus venas.
Sorprende como la población local se alegra por ver participar a su alcalde en la caravana. Agradecidos trasladan bendiciones y saludan con fervor. No solo a él, la reina es halagada recibiendo todo tipo de bellas palabras sin lugar a connotaciones o comentarios negativos.
La primera de las noches se alargaría hasta altas horas de la madrugada con calles abarrotadas de jóvenes y no tan jóvenes, disfrutando del aquí y del ahora.
Segundo día, el desfile de los diablos
Sin apenas tiempo para recuperarse, los veganos veían como el domingo 27 de febrero, el país se levantaba celebrando el Día de la Independencia: fiesta nacional que vitorean con orgullo; y añadiendo a este especial día el desfile de los temidos diablos. Estos salen de las “cuevas” que las comparsas tienen repartidas por la ciudad. Con sus coloridos atuendos realizados anualmente, por sus integrantes, este año sí, tenían su oportunidad de lucirlos por su localidad.
Niños, jóvenes y adultos se concentrarían en las calles principales para alardear a sus protagonistas y verlos revolotear de un lado a otro, enloqueciendo la ciudad e invitándola a disfrutar.
Licencia para golpear
Si decides pasearte por cualquiera de los carnavales que se celebran en Republica Dominicana, deberías saber que todo aquel que está en la calle o participando en el desfile está expuesto a recibir un “vejigazo” en el trasero.
La vejiga del diablo es parte de su vestimenta, hecha de ubre de vaca o toro. Hinchadas, son usadas para golpear a todo el que no esté atento. De tradición carnestolendas, las cuales se realizaban antes del Miércoles de Ceniza, eran utilizadas para despojar al cuerpo de sus pecados y prepararlo para la Semana Santa.
Realmente es doloroso el azote y los diablos tienen licencia para golpear, así que cubrirse debidamente es algo que no debes pasar por alto.
Próximas celebraciones
Si te han entrado ganas de vivir esta experiencia “a la dominicana” y el país está en tus próximos destinos, aún tienes la oportunidad de presenciar alguno de ellos. Por ejemplo, en la ciudad de Cabarete, donde secelebrará el día 19 de marzo, entre otras localidades del país.
Si este es tu viaje y lugar, no dejes de moverte al son de la música, siéntete libre, ríe y goza.
¡Bienvenidos/as al Caribe!
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