​Spreewald, un hermoso bosque para navegar

Nos acercamos a Alemania. A una hora por carretera de Berlín se encuentra nuestro destino, un lugar único que proporciona una auténtica fusión con la naturaleza, ideal para escapar del bullicio y de la prisa de la ciudad. Estamos en uno de los escenarios naturales más bellos del país: el bosque Spreewald. Podríamos llegar a pensar que se trata de un bosque convencional, sin embargo, nos encontramos en una espectacular selva repleta de canales que solo se puede recorrer navegando. 

Este fascinante espacio natural, que cuenta con la declaración de Reserva de la Biosfera por la UNESCO, ocupa cerca de 300 kilómetros cuadrados de bosques y prados por los que avanza el río Spree a través de numerosos brazos, creando un hermoso laberinto de canales que lo convierten en un lugar muy singular. 

A lo largo de los diferentes recorridos acuáticos, en las pequeñas islas de terreno que vamos encontrando en el trayecto, van asomando encantadoras aldeas con cabañas levantadas con troncos y algunas granjas. En muchas se puede hacer una parada para adquirir algún producto de la artesanía local y todas disponen de su pequeño embarcadero. Es una especie de aparcamiento para el único vehículo que resulta de utilidad por aquí: los botes típicos y canoas, transportes que circulan de forma habitual por la densa red de brazos de agua del río. 

Este lugar, destino habitual de los berlineses para realizar escapadas y disfrutar de la naturaleza, es también el hogar de los sorbios, un pueblo eslavo que se ubica entre los estados de Brandeburgo y Sajonia, una minoría nacional alemana reconocida que posee su propia lengua, tradiciones y cultura. Todavía puede verse a algunas mujeres sorbias ataviadas con sus trajes típicos de amplias faldas y altas cofias con grandes lazos. Aunque en este lugar dependen en gran medida del turismo, también tienen como base de su economía a la agricultura, la pesca y la producción de encurtidos. 

Además de alquilar una canoa y disfrutar del trayecto por agua, también se pueden hacer rutas en bicicleta. Después de la aventura escogida, nada mejor que hacer parada en alguna de las terrazas de Spreewald y degustar algunos de sus productos más característicos del lugar, como las salchichas, los espárragos, las fresas y, especialmente, los pepinillos en vinagre, recocidos como los mejores de toda Alemania.