​Hongcun y sus antiguas construcciones de las dinastías Qing y Ming

Nos acercamos a la provincia china de Anhui, situada en el este del país. Estamos en un territorio que nos ofrece uno de los paisajes más hermosos de China, en el que actúa como gran protagonista la montaña Huangshan, enorme monumento natural que siempre ha sido motivo de inspiración en la pintura más tradicional. 

Huangshan se extiende sobre una gran área con picos de curiosas formas, elementos que crean un escenario mágico, especialmente en los momentos del atardecer y el amanecer. Esta montaña legendaria posee un carácter sagrado y es venerada por los habitantes del lugar. 

Muy próximo a esta maravilla natural se encuentra nuestro destino, una pequeña y pintoresca aldea con una historia que se acerca al milenio. Hablamos de Hongcun, ubicada al sur de la provincia de Anhui y población cercana a otra aldea tradicional: Xidi. Ambas han entrado conjuntamente en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, pues conservan el aspecto característico de las antiguas poblaciones rurales, convirtiéndose en auténticas joyas del pasado. 

Hongcun es testigo de un tiempo lejano en el que el lugar experimentó una etapa floreciente coincidiendo con las dinastías Qing y Ming, momento en el que la población poseía un claro carácter comercial dirigido por poderosas familias feudales que levantaron impresionantes casas, muchas de las cuales aún se conservan en perfecto estado. 

La aldea posee un entramado de callejuelas encantadoras por las que es un placer pasear mientras se descubren sus pequeños tesoros patrimoniales. Sin embargo, si algo llama la atención de Hongcun es su antigua red hidrográfica. Se excavaron numerosas acequias que discurren por delante de las casas y convergen en el llamado Estanque de la Luna, situado en el mismo centro de la población y rodeado de casas y templos ancestrales, una obra de canalización que actualmente siguen disfrutando los habitantes de la aldea. 

Parece claro que el agua es un elemento muy presente en Hongcun. Otro buen ejemplo es el lago Sur, una bella piscina situada en la entrada de la ciudad que cuenta con un coqueto puente, lugar que suele acaparar las fotografías de los visitantes. 

El capítulo gastronómico es otro de los grandes placeres que nos regala la población. La provincia de Anhui conserva tradiciones culinarias con más de 2.000 años de historia. Incluye ingredientes silvestres y hierbas de las montañas de la zona, convirtiéndose en una cocina saludable y rica. Además, pescados de río, aves, brotes de bambú y delicioso té completan un abanico de sabores realmente interesantes.