En la provincia italiana de Trentino se esconde un pequeño diamante de aguas color turquesa: el lago de Tenno. Abrazado por las tonalidades verdes del bosque que alfombra las montañas que lo rodean, este remanso de paz es un lugar que aún puede presumir de no ser demasiado turístico, en el que resulta fácil desconectar de la prisa y conectar con la naturaleza.
Estamos a algo menos de 600 metros sobre el nivel del mar y nos envuelve un paisaje espectacular. El lago tiene una bonita forma redondeada y posee la curiosidad de contar con una pequeña isla en su centro que solo es posible ver en verano, ya que en las estaciones lluviosas permanece totalmente sumergida.
El lago de Tenno invita a un buen chapuzón en sus limpias aguas y a recorrerlo caminando bordeando su orilla. Muy cerca se encuentra una refrescante cascada donde sus aguas caen creando un bonito espectáculo.
A cinco minutos del lago nos encontramos con un pequeño pueblo que con su imagen rústica y auténtica nos invita a volver al Medievo: posadas de piedra, estrechos callejones empedrados, muros bien conservados, pequeños balcones floridos… Hablamos de Canale de Tenno, un lugar en el que parece haberse detenido el tiempo. Su nombre parece proceder de la riqueza del agua existente en el lugar en que se encuentra la localidad.
Es casi milagrosa la cantidad de opciones que nos propone un lugar de dimensiones tan pequeñas. Incluso cuenta con un centro de arte internacional en el que se realizan diferentes exposiciones y se celebran conferencias. La localidad también posee un museo de herramientas agrícolas y artesanía antigua que resulta muy interesante.
En el capítulo gastronómico, sería imperdonable no tastar su típico plato de carne salada y aderezada con una buena cantidad de especias, una receta que suele elaborarse con finas lonchas de ternera que puede servirse cruda o ligeramente cocinada, dependiendo del gusto del comensal. En las mesas nunca falta el rico aceite de oliva de la zona, de producción muy limitada y gusto exquisito.
Canale de Tenno está reconocido como uno de los pueblos más bonitos de Italia.
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