Un paseo por el Viejo San Juan y los alrededores de Puerto Rico
San Juan, capital de Puerto Rico, ha visto surcar los mares a diversos navegantes de orígenes muy diversos. Desde Cristóbal Colón en 1493, Ponce de León en 1508, navieras holandesas, inglesas y por último estadounidenses. Sus murallas han defendido la ciudad de múltiples ataques y sus casas han sido testigos de historias de amor, desamor y mucha aventura marítima. Hoy en día es una ciudad que invita a soñar tanto a turistas como habitantes, llena de vida, color, baile, alegría y rica en gastronomía.
Old San Juan
San Juan sorprende con 18 barrios y el distrito histórico, también conocido como viejo San Juan, resulta ser el barrio más antiguo y mejor preservado. Actualmente, es posible imaginarse cómo era vivir en la capital gracias al buen estado de sus edificios, calles, plazas e incluso murallas que le han otorgado el mérito de ser Patrimonio Mundial de la UNESCO y han concedido al Viejo San Juan el nombramiento de Monumento Histórico por parte de Estados Unidos.
Un paseo por el distrito histórico y un refresco en sus bodegas es el plan perfecto para acercarse un poco más a la cultura boricua y descubrir sus exóticos sabores.
Perderse por el interior de sus calles e ir sin un mapa puede tener ciertos beneficios ya que permite prestar toda la atención en el entorno y mantener los cinco sentidos alerta. Las calles del viejo San Juan son perfectas y seguras para perderse, encontrarse y volverse a perder. No puede faltar un paseo por la Calle del Cristo, Umbrella Street, Calle de San José, Plaza de Armas, Plaza de Colón, Paseo Princesa y sus vecindades.
Resulta bastante complicado escoger una calle ya que todas poseen un encanto especial creando un bonito arcoíris de colores difícil de encontrar en otros destinos. Una calle te conduce a otra y así hasta llegar a las murallas y el Castillo de San Felipe del Morro.
El Morro, murallas y garitas
Nombrado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1983 y construido entre el siglo XVI y XVIII es, para muchos, una de las mayores fortificaciones jamás creadas en las Américas. Se construyó con el fin de salvaguardar la bahía y proteger la entrada al Mar Caribe y el acceso a las riquezas del Nuevo Mundo.
La fortificación era refugio de los galeones y una muy buena ubicación desde la que controlar el comercio del Caribe o zarpar hacia Europa. Sus majestuosas murallas y cañones sufrieron incontables ataques pero, después de varias restauraciones, se puede confirmar que lucetal y como lo hacía años atrás, en 1790.
El Castillo de San Felipe del Morro está ubicado en el extremo oeste de la Isleta de San Juan, custodiando la Bahía de San Juan junto con las islas Cabritas. Acepta visitas todos los días (excepto en Acción de Gracias, Navidad y Año Nuevo) y está asentado justo alrededor de una gran planicie recubierta de hierba donde se suele reunir la juventud a volar chiringas. Es altamente recomendable ir a conocerlo durante el fin de semana para poder presenciar como miles y miles de chiringas vuelan por encima del castillo y el cielo azul.
Muy cerca del Morro se levanta el Castillo de San Cristóbal, fortaleza española que tenía como función proteger San Juan de los posibles ataques terrestres. Es también un punto de interés y un emblema de la ciudad que te hará retroceder en el tiempo.
Otro atractivo son las garitas, ubicadas en torno a la muralla y visibles desde casi todos los rincones de la población. Son antiguos puestos de vigilancia muy bien conservados y con mucha historia detrás. Un ejemplo son los sucesos de la garita situada al lado del Castillo de San Cristóbal, la Garita del Diablo, donde se dice que los guardias desaparecían al custodiar ese rincón.
La Perla
Ubicada muy cerca del Morro y construida fuera de los muros de protección es una comunidad que ha sido considerada en varias ocasiones como una de las más peligrosas de todo Puerto Rico. Hasta hace poco los turistas no eran bienvenidos y hoy en día, aunque lo son más, es recomendable visitarla acompañado de un guía.
La Perla era en sus orígenes el hogar de esclavos y criados. Más tarde, varias familias de clase trabajadora construyeron en el terreno hasta el día de hoy. Actualmente cuenta con varias asociaciones con las que se busca dar a conocer la Perla y su gradual transformación.
La comunidad se hizo también conocida gracias a los videoclips y la cultura musical de la que presume la isla entera. Entre los videoclips que se grabaron en La Perla destaca “Despacito”, de Daddy Yankee y Luis Fonsi, “No Te Veo” de Casa de Leones o “La Perla”, de Calle 13.
En sus adentros hay varios lugares de interés aunque es recomendable ir acompañado de un guía para poderdescubrirlos. Desde el otro lado de las murallas, la Calle Norzagaray , se puede contemplar también su horizonte y el océano Atlántico.
Bosque Nacional El Yunque
Puerto Rico presume no solo de tener una de las capitales con mayor historia sino que también cuenta con playas paradisíacas y el único bosque pluvial tropical de Estados Unidos. En él se pueden encontrar saltos de agua majestuosos como la cascada La Mina, de 10 metros o La Coca, de 26 metros, varios senderos en los que conocer de cerca la fauna y la flora del bosque o la torre de observación Yokahú.
Resulta fascinante poder comprobar cómo en 46 kilómetros (distancia entre la capital y la entrada al Bosque Nacional) puede llegar a cambiar tanto el paisaje y cómo de diverso llega a ser Puerto Rico.
Por el contrario, en la parte sur de la isla encontramos playas paradisíacas y manglares que acaban formando pequeñas islas. Es el caso de Salinas, a unos 80 kilómetros de la capital, donde los barcos acuden los fines de semana para disfrutar de la playa y el agua color turquesa.
Puerto Rico es un paraíso donde cultura, historia y naturaleza se pueden llegar a encontrar casi en cada esquina.
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