Nuestro destino se encuentra en Filipinas, un punto del planeta siempre deseado por sus paradisíacas islas, sus playas para soñar, sus arrozales, sus paisajes increíbles y su ambiente sonriente y agradable. Nos acercamos a una de las muchas islas –más de 7.000- de este país asiático.
Estamos en un punto del mundo que ha experimentando un gran crecimiento turístico en los últimos tiempos. Hablamos de la isla filipina de Palawan, una joya natural que goza de preciosas playas en un entorno idílico alfombrado de paisajes salvajes y naturaleza virgen. Esta isla filipina es una gran franja de tierra, de más de 400 kilómetros de longitud, en la que no solo destacan sus playas espectaculares, también su exuberante vegetación, refrescantes cascadas, lagos, pequeñas y pintorescas aldeas… Incluso vamos a encontrarnos algunas huellas que nos recuerdan la pasada presencia española en este territorio.
Nuestro paseo por Palawan tiene un objetivo: descubrir la población de El Nido. Se encuentra ubicada al norte de la isla y, hasta hace poco, era un pequeño pueblo de pescadores. En la actualidad ha sufrido una importante transformación y su economía está basada fundamentalmente en el turismo.
Al margen del núcleo urbano, El Nido posee una riqueza natural que enamora. Se encuentra rodeado de un buen grupo de pequeñas islas que pueden visitarse a través de cortos trayectos de navegación. Existen tours programados para llegar hasta ellas y descubrir estos lugares idílicos de arena blanca y aguas transparentes habitadas por coloridos peces y corales. Son lugares espacios ideales para practicar esnórquel.
Laguna Grande es uno de los sitios en los que podemos recalar si nos lanzamos a conocer las bellezas que rodean El Nido. El lugar nos invita a darnos un buen chapuzón en sus aguas de color turquesa abrazadas por acantilados y formaciones rocosas.
Otro de los lugares que quitan el aliento es Hidden Beach, una joya escondida entre rocas de difícil acceso y elevadísimos acantilados. Sus cálidas aguas propician un baño agradable.
Estos son solo algunos ejemplos de los muchos lugares increíbles que rodean El Nido, conjuntos de pequeñas islas que también pueden alcanzarse en kayak, una experiencia que resulta apasionante.
Bucear, recorrer cascadas, realizar rutas por la isla y ver atardeceres de postal son algunas de las actividades que nos ofrece este pequeño rincón paradisíaco de Filipinas, un destino que es recomendable conocer antes de que siga ganando popularidad, un lugar que aún se mueve lento y que nos proporciona calma a través de sus paisajes idílicos. Esperamos que este territorio pueda mantener su belleza acogiendo a un turismo respetuoso, ahora que ya ha comenzado a ser descubierto.
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