Los saltos del río Petrohué, un refrescante espectáculo al sur de Chile

Vamos a pasear por Chile. Como resultaría imposible recorrer sus más de 6.000 kilómetros de costa en unas cuantas palabras, mejor centramos nuestro destino. Y es que este increíble país tiene una diversidad natural única que alfombra su gran territorio con volcanes, glaciares, lagos, bosques, imponentes montañas…

Nuestros pasos nos acercan al sur de Chile, concretamente hasta Puerto Varas, una pintoresca población en la región de Los Lagos que fue fundada por una colonia de alemanes a mediados del siglo XIX. La localidad, cuyas casas marcan un inequívoco estilo europeo, merece una visita y un paseo por la orilla del lago Llanquihue, pero, fundamentalmente, el lugar es nuestra base perfecta para realizar una pequeña excursión por carretera de menos de una hora para llegar a nuestro destino: los saltos del Petrohué.

Las aguas de color esmeralda del lago Todos los Santos son las que caen entre grandes rocas y con mucha potencia al río Petrohué. Este espectáculo formado por múltiples cascadas es bellísimo. Además, desde los saltos se abren senderos que nos llevan a través de bosques y paisajes volcánicos. Este territorio fascinante forma parte del Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, el más antiguo del país, un espacio catalogado como Reserva de la Biosfera. 

Petrohué significa en lengua mapuche ‘lugar de mosquitos’. En este punto del sur de Chile aún perdura la cultura ancestral del pueblo indígena de los mapuches, circunstancia que brinda una magnífica oportunidad para conocer sus tradiciones y costumbres.

Si nos desplazamos unos 20 kilómetros podemos llegar hasta el lago Todos los Santos y contemplar sus serenas aguas de mil tonalidades turquesa. El lugar está abrazado por un paisaje que, a modo de escenario, presenta como protagonistas a los volcanes Puntiagudo, Osorno, Tronador y Calbuco, elevados picos que se sitúan casi a las puertas de la Patagonia y que despuntan entre los densos bosques que rodean el lago.