Nos disponemos a dar un agradable paseo por los lugares más destacados de Jaipur, la capital de Rajastán, un estado que debe su nombre a los rajás, soberanos de la India que vivían rodeados de lujos y que no se privaban de ningún capricho. Rajastán es también la tierra del clan de guerreros rajputs, caballeros de gran valentía y un acentuado sentido del honor.
Jaipur, declarada Patrimonio de la Humanidad, es conocida como la Ciudad Rosa por el importante número de edificios construidos con arenisca de ese color durante el Imperio Mogol que reinó en gran parte de la India en los siglos XVI y XVII. Estamos en una ciudad exuberante y llena de vida. Aquí la actividad es incesante y el ambiente algo caótico, como suele ser habitual en otras grandes ciudades indias. Se encuentra rodeada por una muralla con nueve puertas, entre las que destaca la colorida puerta Patrika, y cuenta con animados mercados y bazares, palacios espectaculares, templos y variados lugares de ocio. Los habitantes de Jaipur ponen una vibrante nota de color a este escenario con los tonos dorados, escarlatas y rosas de sus ropas.
Palacio de la Ciudad
Estamos en uno de los edificios que más llaman la atención en la ciudad rosa. Es un gran complejo que cuenta con patios, jardines y murallas. Representa la riqueza y fue construido con la finalidad de servir de residencia a las familias reales, de hecho sigue siendo el hogar de la familia del actual maharajá de Jaipur, por lo que solo podemos admirar el exterior del edificio.
Afortunadamente, parte de esta construcción se ha convertido en museo público, un espacio en el que vamos a descubrir la opulencia y la grandeza de la que siempre se han rodeado los grandes gobernantes del lugar. El palacio también incluye algunos edificios destinados a pequeños negocios y tiendas de artesanía, por lo que este lugar, situado en pleno corazón de Jaipur, es un espacio lleno de actividad.
Hawa Mahal
Con una asombrosa fachada rosada de cinco alturas, este palacio fue ordenado construir en el año 1799 por el maharajá Sawai Pratap Singh, nieto del fundador de esta ciudad de la India. El imponente edificio, que tiene una ligera forma piramidal, era en realidad un gran harén que mantenía ocultas y privadas de libertad a numerosas mujeres cuyo contacto con el exterior se limitaba a observar la calle sin ser vistas por las casi mil pequeñas ventanas con mirillas de su fachada principal.
El Hawa Mahal es también conocido como el Palacio de los vientos. El nombre le viene del sonido de las numerosas corrientes de aire que se activaban al abrir todas las ventanas con la intención de ventilar el interior del palacio.
Jal Mahal
Su nombre significa Palacio del Agua, denominación muy descriptiva, ya que esta construcción parece flotar sobre un lago. El edificio, de estilo rajput, se deja ver en su totalidad únicamente cuando baja el nivel de las aguas en las que se encuentra, aunque habitualmente el piso inferior suele quedar sumergido, por lo que es necesario acceder al palacio en barca o a través de un puente que sirve de acceso.
Con el paso del tiempo, tanto el edificio como su entorno sufrieron cierto abandono. Sin embargo, últimamente se ha iniciado una labor de recuperación de este lugar que ofrece una postal bellísima por su especial ubicación. El Palacio del Agua se encuentra a medio camino entre el centro de Jaipur y el fuerte Amber, nuestro próximo destino.
Fuerte Amber
Esta enorme construcción se encuentra a unos diez kilómetros de Jaipur. Aunque hemos de salir de la ciudad, la visita merece la pena, ya que estamos ante una gran fortificación que fusiona los estilos arquitectónicos hindú y musulmán, y que cuenta con la declaración de Patrimonio de la Humanidad que otorga la UNESCO.
Está situado sobre una colina en un entorno desértico. Cuenta con numerosas zonas de interés: un gran palacio, templos, patios, salas, puertas con bellos ornamentos… El palacio con espejos es una de las grandes atracciones del fuerte. Presenta numerosos espejos incrustados en sus techos y paredes, consiguiendo una atmósfera mágica cuando la luz solar aparece reflejada creando destellos fascinantes.
Nuestra visita a Jaipur no estaría completa sin visitar los numerosos y animados mercados y bazares de la ciudad. Están repletos de pequeños puestos de venta en los que puede encontrarse de todo un poco. La vida y la incesante actividad de estos lugares son una experiencia que no debemos perdernos, ya que encierran la esencia del auténtico espíritu de esta ciudad de la India. Además, pasear por la ciudad puede llevarnos a coincidir con algún que otro elefante, experiencia que nos encantará inmortalizar con nuestra cámara.
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