Marsaxlokk, el alegre y colorido pueblo maltés

Nos acercamos al pequeño archipiélago maltés, un país mediterráneo con una capital, La Valeta, en la que a cada paso nos encontramos con la huella histórica de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, más conocida como Orden de Malta, cuya fundación se remonta a la época de las Cruzadas.

Este pequeño país está formado por tres islas principales: Malta, Gozo y Comino, todas ellas repletas de historia y de rincones con encanto. Nuestro destino se encuentra a unos diez kilómetros de distancia de la capital. Visitamos Marsaxlokk, el segundo puerto natural más grande de Malta. El nombre de esta pintoresca población se compone de dos palabras maltesas que significan ‘puerto del siroco’, ya que la presencia de este viento africano  llegado desde el Sáhara es muy habitual en el lugar.

Debido a la estratégica ubicación de la población, en su memoria permanece el recuerdo de los numerosos ataques de piratas y las incursiones de los otomanos a lo largo de su historia. En la actualidad, Marsaxlokk es el puerto pesquero más importante de la isla y un destino que destaca por la increíble luz del cielo mediterráneo y los mil colores de las embarcaciones tradicionales de madera que inundan el lugar: las luzzus.

Las luzzus son pequeñas barcas de pesca pintadas con vivos y llamativos colores: azul, amarillo, rojo, verde… Además, a cada lado de su proa aparece dibujado y tallado un ojo de Osiris, tradición egipcia que aleja a los malos espíritus y proporciona buena suerte, por lo que se propone como el amuleto ideal para que los pescadores esquiven los riesgos que entraña el trabajo en el mar. El paisaje de Marsaxlokk está alegremente dominado por la presencia de estas barcas de pesca, hasta el punto de convertirse en el gran signo de identidad de este pueblo maltés.

Caminar por las encantadoras y estrechas calles de piedra de la población es otro de los atractivos que nos brinda este punto de Malta. El centro de la localidad está dominado por la presencia de la iglesia de Nuestra Señora de Pompeya, una construcción del siglo XIX con una destacable cúpula de tonalidad rojiza. 

Llegados a este punto, probablemente estemos pensando en tomar un bocado en alguno de los tradicionales establecimientos de Marsaxlokk. En este sentido estamos de suerte, porque el capítulo gastronómico es uno de los puntos fuertes de la población. Recordemos que nos encontramos en un lugar dedicado a la pesca y los productos frescos del mar dan forma a deliciosas recetas culinarias cocinadas con el mimo que marca la tradición. Además, todos los domingos se celebra en el puerto un animado mercado al aire libre en el que se exhiben y venden las recientes capturas de los pescadores.