El castillo de Ussé, un lugar de cuento de hadas

El francés Valle del Loira es un territorio rico en lugares históricos y en el que abundan los castillos. Son tantos que resulta complicado decantarse por uno para centrar nuestra mirada. Por ese motivo, no es la primera vez que nos acercamos hasta este punto de Francia a la búsqueda de alguna de sus espectaculares construcciones.

En este punto del planeta alfombrado de fortalezas de gran belleza arquitectónica, hemos escogido una que se encuentra ubicada en la región central del Valle del Loira: el castillo de Ussé, construcción levantada entre los siglos XV y XVI que está rodeada de espectaculares jardines de estilo francés.

Numerosas torres de piedra blanca y techadas de pizarra crean un conjunto encantador, casi mágico, en este lugar que encontramos a orillas del río Indre y cerca de la localidad de Chinon, en la que, por cierto, también pueden presumir de otro castillo impresionante –aunque en esa fortaleza haremos parada en otra ocasión-.

El castillo de Ussé posee una imagen que nos recuerda a los cuentos de hadas, una característica que en este caso es mucho más que una impresión. Esta fortaleza se convirtió durante el siglo XVII en una espléndida casa residencial frecuentada por invitados tan famosos como Charles Perrault, el reconocido autor de numerosos cuentos infantiles populares. De hecho, se dice que durante una de sus estancias en el castillo le llegó la inspiración para crear el famoso relato de ‘La bella durmiente’.

Los jardines que rodean a la fortaleza son otro de sus grandes encantos. Fueron diseñados por André Le Nôtre, jardinero del rey Luis XIV, quien también es autor de la creación de los famosos jardines del palacio de Versalles. En el castillo de Ussé destacan sus grandes áreas de césped, el invernadero que preserva bonitos naranjos centenarios, cedros, parcelas de flores y un estanque.

No solo el exterior nos dejará boquiabiertos, ya que también el interior del castillo está repleto de puntos de interés de gran belleza. Muchas de sus salas cuentan con muebles y bonitos tapices de los siglos XVII y XVIII. Además, dispuestos en diferentes lugares de la elegante casa se han instalado algunos maniquíes ataviados con trajes de época que le dan un toque de realismo al ambiente. Tampoco faltan diferentes estancias decoradas con escenas clave del famoso cuento de Perrault.