Nos bajamos en León, una ciudad para comocer paso a paso
León se descubre a un ritmo lento. Sus monumentos más preciados se encuentran en el interior de la Muralla romana que rodea su casco antiguo. Bajo su protección se encuentran tesoros como la Pulchra Leonina, la majestuosa catedral, orgullo de la ciudad, con sus impresionantes vidrieras medievales que dejan pasar la luz al interior del esbelto edificio. Cabe destacar además la Real Colegiata de San Isidoro considerada La Capilla Sixtina del románico. O, cómo olvidar, la Casa Botines, ese bello conjunto arquitectónico obra del artista Antonio Gaudí, que decidió verter su arte también aquí. La Casa de las Carnicerías, la iglesia de San Marcelo, el Hostal San Marcos o el Palacio de los Condes de Luna son otras de las visitas imprescindibles que León guarda, a buen recaudo, para hacer vibrar y emocionar.
Una capital para comérsela
La sabiduría popular aprovecha los productos de la tierra para ofrecer al visitante auténticas delicias basadas en la calidad natural de materias primas creando, así, una gran despensa de calidad que muestra la gastronomía aunando tradición y modernidad. Para rematar una jornada cargada de cultura y espiritualidad, nada mejor que llenar el estómago haciendo ronda de tapas por el Barrio Húmedo y Barrio Romántico, con más de 100 bares en los que degustar los productos típicos. Por si fuera poco, también fuera del casco histórico, en mitad de muchas otras atracciones leonesas, se puede degustar el arte del tapeo.
También para bebérsela
Su cultura vitivinícola ofrece una cuidada selección de vinos para todos los gustos. Los caldos leoneses tienen una clara ascensión en calidad, por lo que ya tienen un reconocimiento internacional y muchos premios en su haber. Cuenta con denominaciones de origen que avalan el buen hacer de los productores de la tierra como D.O León. Si existe una ciudad dónde tapear y saborear a la vez un vino de calidad, esa es León. Las calles de su casco antiguo huelen a uva, una experiencia maravillosa que añade aprendizaje, da a conocer a sus gentes, sus costumbres, su gastronomía… En definitiva, vivir el destino desde dentro.
Ideal para viajar con niños
Con una historia bimilenaria, una riqueza monumental inconmensurable, grandes pulmones verdes que forman sus numerosos parques, abundantes plazas y un ambiente único en barrios como el Húmedo y el Romántico, León cuenta con todos los ingredientes para convertirse en el destino familiar perfecto. Grandes espacios para jugar y correr, visitas teatralizadas, entre otras actividades, garantizan no solo la diversión de los más pequeños sino también una forma diferente de aprendizaje.
Santiago se detuvo aquí
Su estratégica ubicación en la ruta del Camino de Santiago la convierte en parada obligada en el conocido ‘Camino Francés’, uno de los más transitados y donde convergen casi todas las vías medievales de peregrinación. El Museo de las Tres Culturas de León custodia un pasado que habla de un camino. Está situado en el punto de entrada de los peregrinos a la ciudad y cuenta con una zona de recepción donde los visitantes pueden descansar y acceder a toda la información sobre el Camino de Santiago, otra sobre el pasado romano de Puente Castro y la recreación de una habitación con un médico romano y una dedicada a la cultura judía, con la recreación de una escena de hogar.
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