Nuestro destino se encuentra en Eslovenia, un país fascinante alfombrado de verde, un punto del planeta repleto de territorios de naturaleza virgen que dibujan paisajes increíbles.
Paseamos por frescos prados y nos acompaña el sonido de los cencerros de algunas vacas. Estamos en Velika Planina, área montañosa del país situada a algo más de una hora por carretera de la capital, Liubliana, bonita y tranquila ciudad que combina su maravilloso entorno natural con una amplia oferta monumental y cultural con propuestas para todos los gustos.
Pero volvamos a los verdes prados que hemos venido a buscar, advirtiendo a los intolerantes a los lácteos que van a perderse exquisitos manjares en este lugar, ya que la leche agria y los ricos quesos artesanales son abundantes en esta zona, lugar considerado uno de los mayores asentamientos de pastores de toda Europa.
Lo primero que llama la atención, además del inmenso verde del paisaje y la sensación de paz y libertad que nos proporciona, es la bonita y pintoresca forma de las cabañas de madera que habitan los pastores y sus familias. Son estructuras de arquitectura típica que se han convertido en el gran símbolo de Velika Planina. Estas moradas pastoriles están cubiertas de largas tejas de abeto que caen hasta casi rozar el suelo. La curiosa forma de estas casas las convierten en elementos únicos que dotan al paisaje de un aspecto muy singular. Además de contemplarlas, también podemos alojarnos en algunas levantadas para uso turístico.
En uno de los puntos más elevados de este tradicional pueblo de pastores encontramos la bonita capilla de Santa María de las Nieves, en cuyo honor se celebra una fiesta en el mes de agosto. Fue reconstruida por los propios lugareños en la década de los 80 del siglo pasado, pues acabó muy dañada por el fuego tras la Segunda Guerra Mundial, al igual que sucedió con muchas de las cabañas. Este pequeño templo es muy visitado por los habitantes de la zona.
En una de las curiosas casitas de Velika Planina podemos encontrar un pequeño e interesante museo etnológico que nos habla de la tradición y las costumbres de este pueblo de pastores.
Muy cerca de este pintoresco pueblo se encuentran algunas cuevas que pueden visitarse, lugares que en otros tiempos servían a los pastores para protegerse de las inclemencias del tiempo. De algunas de estas grutas se cuentan curiosas leyendas, como la del hombre salvaje que, supuestamente, habitaba en una de ellas. El senderismo o los recorridos en bicicleta son otras de las actividades al aire libre que podemos practicar en este extraordinario lugar de Eslovenia.
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