Colonia del Sacramento es una ciudad colonial en la que no te cansarás de sacar fotos. Su nombre representa los varios imperios que gobernaron estas tierras con costa en el Río de la Plata. Fundada por portugueses, fue conquistada por los españoles y recuperada por los portugueses. Supo ser posesión brasileña hasta la independencia del Uruguay. Declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad, se recorre a pie ya que la entrada de vehículos está prohibida. Para recorrer las playas alejadas y la plaza de toros, hay muchas ofertas de alquiler de motocicleta, buggies y bicicletas.
Si has planeado descubrirla con niños, te proponemos un kit básico que debes llevar en tu mochila: repelente, protector solar, comida, agua, calzado cómodo, paciencia, cámara de fotos, lona, caña de pescar, gorro, tiritas adhesivas, líquido antiséptico, crema cicatrizante, cuaderno y lápices de colores. Este kit puede salvar tu día (de tus propios hijos).
Las callecitas de pintorescos adoquines de esta ciudad colonial, amenazan a cada segundo la seguridad de cualquier niño que ame correr y sea propenso a generar raspones color frutilla. Aquí, el combo calzado cómodo, líquido antiséptico-crema cicatrizante-tirita adhesiva puede salvar tu día.
En los barrancos de césped del casco histórico de esta ciudad rodeada de costa, se puede disfrutar la amplitud del Rio de la Plata bajo la sombra de un árbol, sobre las rocas, en las cercanías del puerto, en los patios y balcones de algún restaurante. Si eres amante de la pesca, éste es el sitio ideal.
Puedes cortar el día con un rico pic-nic y una siesta. No olvides la lona o pareo, el repelente, el protector, el gorro, la comida, la caña de pescar y el agua. Un niño hambriento y molesto, picado por hormigas y mosquitos e insolado puede ser LETAL.
Si eres amante de los museos y te crees capaz de visitarlos con niños, en Colonia encontrarás una gran oferta cultural. Puedes entusiasmar a tus hijos a que dibujen en sus cuadernos con lápices de colores lo que ven. Si todo esto no resulta, ármate de paciencia y llévalos a corretear por el fuerte mientras tú registras esos momentos con la cámara de fotos. Se cansarán, dormirán temprano y tendrás una excelente noche.
Artículo de Sofi Solari Adot, pasajera de los Feippe, familia viajera.
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