Estamos en un lago bellísimo que se reparte por un territorio que pertenece a las provincias chinas de Yunnan y Sichuan. Nuestra aventura transcurre por el lago Lugu, un lugar espectacular situado a más de 2.500 metros de altitud que reúne en sus aguas a un total de cinco pequeñas islas y algunas penínsulas. La región en la que se encuentra este lago de agua dulce y cristalina, abrazado por imponentes montañas y bosques, es el hogar de uno de los animales más carismáticos y conocidos del país asiático: el oso panda gigante.
En este entorno fascinante se alza majestuosa la montaña del León, un monte considerado sagrado por la etnia mosuo, habitantes de las orillas del lago desde hace miles de años. El hecho de encontrarse en un lugar alejado ha permitido a estos pobladores preservar sus curiosas costumbres y una forma de vida que difícilmente vamos a encontrar en otros lugares del planeta.
Las mujeres mosuo son las auténticas protagonistas de este territorio, quedando relegado el papel del hombre a un segundo plano. Ellas son las dueñas de todas las propiedades, incluidas las casas familiares. También son las administradoras únicas de las posesiones del poblado: los campos, el ganado, los alimentos… Curiosamente, los hombres y mujeres no se unen en matrimonio. Cada miembro de la pareja vive en el hogar de su madre respectiva y, cuando tienen descendencia, el hombre ve cómo su rol de padre queda prácticamente anulado. Además, ellas pueden buscar descendencia con diferentes hombres, aunque lo más habitual es que solo lo hagan con uno. Sin duda, estamos en un matriarcado en toda regla.
Los mosuo surcan el lago Lugu en pequeñas canoas tradicionales, sabiéndose personas privilegiadas por poder disfrutar de un paisaje y una naturaleza excepcional. Aquí son incontables las numerosas especies de plantas acuáticas, aves y peces que pueblan el territorio. Además disfrutan de una variada y exuberante vegetación.
Con los cambios de luz natural el lago también va modificando su color, ofreciendo un espectáculo que combina sutiles verdes, azules y diferentes tonalidades de gris. El agua es como un espejo en el que aparecen reflejadas las nubes y las montañas.
Además de descubrir la apasionante cultura mosuo, el lago Lugu también nos ofrece diferentes opciones de ocio: podemos darnos un chapuzón en sus aguas –siempre que el tiempo acompañe-, lanzarnos a navegar en piragua o animarnos a caminar por su orilla. Y, por supuesto, no olvidemos degustar los ricos platos de la gastronomía local en algunos de los restaurantes del lugar. Apuestas deportivas en mexico.
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